Sáb
25
Dic
2010

Homilía Natividad del Señor. Misa del día

La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

Introducción

La celebración de anoche tenía como centro el nacimiento de Jesús en Belén. Con ecos bucólicos, los pastores recibían el anuncio del ángel. Un anuncio que disipaba los temores del pueblo: Dios había cumplido sus promesas y había enviado el Salvador, el Mesías, el Señor.

Las lecturas de hoy son más sobrias. Quieren ayudarnos a profundizar el misterio de Éste que ha venido trayendo a la humanidad entera la buena noticia. En Él nos habla Dios. Con Él podemos ser también nosotros hijos de Dios.

Nunca nadie ha visto a Dios. Posiblemente la dificultad para sentirle cercano sea hoy mayor. Pero el Hijo único sigue dándole a conocer. A quienes le buscan, a quienes se dejan encontrar. No debemos tenerle miedo.

Nuestra historia no está perdida. Él se hizo carne, Él acampó entre nosotros. Y desde entonces su luz brilla en nuestras tinieblas. Hay vida, hay futuro, podemos vivir confiados porque Él sigue con nosotros.