Vie
25
Dic
2020

Homilía Natividad del Señor

El Verbo era la luz verdadera

Introducción

En la Misa de Navidad comenzamos escuchando al profeta Isaías, el cual nos habla de aquellos pregoneros que en la antigüedad iban de pueblo en pueblo anunciando las novedades. Y cuando estas novedades eran buenas, generaban entre los habitantes una gran alegría y paz. Y, al escucharlo, nosotros también nos llenamos de esa alegría y esa paz.

A continuación, rezamos comunitariamente el salmo 97, en el que proclamamos la victoria de Dios, que llega hasta los confines de la tierra, porque su Encarnación en este mundo es una buena noticia para toda la humanidad.

La carta a los Hebreos nos ayuda a tomar conciencia de quién es el que ha nacido entre nosotros: el Hijo de Dios, heredero de todo y reflejo de la gloria del Padre. Se trata de alguien que vencerá a la muerte y ascenderá al Cielo para sentarse a la derecha del Padre. Pues bien, hoy celebramos su Encarnación en medio de nosotros.

Y, por último, escuchamos el Prólogo del Evangelio según san Juan, en el que se define a Jesús como la Palabra que se encarnó, acampando entre nosotros para iluminarnos con su luz verdadera.