dominicos.org utiliza cookies, propias y de terceros, para la mejora de la experiencia del usuario durante la navegación. Si decide continuar, entendemos que presta su consentimiento para su utilización por parte del sitio web. Más información en Política de Cookies. Entendido
Homilía en la celebración eucarística con la que Juan Pablo II anunció la proclamación de Edith Stein, Catalina de Siena y Brígida de Suecia «copatronas» de Europa.
Carta dirigida a la Orden, el 25 de septiembre de 1978, en vísperas de la Beatificación del P. Coll, O.P., fundador de la Congregación de Dominicas de la Anunciata.
Texto de la conferencia que el Maestro de la Orden pronunció en la reunión del Consejo interprovincial de USA celebrado el 30 de junio de 1982 en Providence College
Carta a los frailes y a toda la Familia Dominicana sobre los laicos en nuestro apostolado y sobre los laicos dominicos en el mundo de hoy. Santa Sabina, noviembre de 1987.
El Rosario: una herencia de la que sentirse orgullosos. Carta del Maestro de la Orden Couesnongle del 31 de mayo de 1976, sobre el Apostolado del Rosario
Carta escrita por el Maestro de la Orden Vicente de Couesnongle en 1975, dirigida a todos los frailes para reflexionar acerca del futuro de la Orden de Predicadores, y la manera de «evangelizar por todo el mundo el nombre de Nuestro Señor Jesucristo», que es la pasión y fin principal de los dominicos.
De alguna manera, por circunstancias distintas, porque nadie está exento de gozar y sufrir, no es desconocida la experiencia del abandono. El hecho de ser ignorado, no contar contigo, que nadie pronuncie tu nombre… confunde, desorienta. ¿Qué hacer? ¿Mendigar ese reconocimiento que todo ser humano merece?¿Llamar la atención con violento, con silencio? Ya eres silencio para los otros, como si no existieras. Vacío y soledad por el desprecio, tristeza que oscurece el día, que apaga la vida. ¿Dónde llamar? ¿Qué hacer? Guardar en el corazón.