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Bienaventurados los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios

3 de mayo de 2017
Bienaventurados los que trabajan por la paz  porque serán llamados hijos de Dios

Carta a la Orden motivo de la fiesta de Santo Domingo de Guzmán

Mis hermanos y mis hermanas:

Les escribo en un momento en el cual la violencia y la guerra crecen en Medio Oriente sumiendo al mundo en un estado de ansiedad y crisis profunda. Miles de personas inocentes han sido asesinadas, heridas o han perdido sus hogares. Es un tiempo crítico e incierto que nos llama a profundizar nuestra fe en el Dios de la Paz y en la esperanza en que la paz vuelva a la región y otras áreas del mundo sumidas hoy en el sufrimiento.

La Familia Dominicana se siente cada vez más urgida a levantar la voz a favor de la paz y por ello a ser “constructora de la paz”, como nos invita Nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio. ¿Cómo podemos ser constructores de paz en este momento?

Ante el pedido de la “Comisión Internacional de Justicia y Paz de la OP”, invito a todos los dominicos y dominicas del mundo a unirnos en oración por la paz el 21 de septiembre del 2006, “Día internacional de la paz” de acuerdo a la iniciativa de las Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Como un signo de solidaridad y con la esperanza de que la paz llegue a nuestro mundo, pido a todos los miembros de la Familia Dominicana, que nos unamos en un sencillo gesto por la paz. Creo como ustedes, que Jesucristo nos llama a ser constructores de paz. Orar juntos es ya un signo claro de que la paz es posible.

 En el Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas, pido a los miembros de la Familia Dominicana celebrar una Hora Santa en la forma que se crea más apropiada. Animémonos a dar en concreto algunos pasos por la paz: organizar una procesión; detenernos en una esquina; encender velas; repicar las campanas; preparar oraciones por la paz; etc. Invitemos también a nuestros amigos y vecinos a unirse a nosotros solidariamente y en la esperanza de que la paz llegará al mundo a pesar de la violencia y el odio presentes.

Con estas líneas, expreso mi más profundo apoyo a la Comisión Internacional de Justicia y Paz de la OP en esta iniciativa.

Elevo oraciones para que podamos encontrar formas y modos diversos de participar en esta oración, de tal forma que la gracia y la esperanza de Dios abracen al mundo en estas horas dramáticas.

Fraternalmente en Cristo y Domingo,

Fray Carlos Azpiroz Costa, OP Maestro de la Orden

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