Mar
8
Dic
2015

Homilía La Inmaculada Concepción

Año litúrgico 2015 - 2016 - (Ciclo C)

Alégrate, llena de gracia

Introducción

Martes, 8 de diciembre de 2015. “¿Dónde estás?”, dijo Dios al hombre después que éste hubiera desobedecido. ¿Dónde estás?, nos dice Dios a ti y a mí al comienzo de este día. ¿Qué haces, qué pretendes, qué vida llevas?...

“Como estaba desnudo me escondí”… “La serpiente me engañó y comí”… “Enemistades establezco, dijo Dios a la serpiente, entre ti y la mujer… Ella te herirá en la cabeza”…

Es el comienzo del gran drama de la historia de la humanidad. En el entramado de esa historia, tú y yo entramos en el reparto del drama. Hoy los cristianos celebramos el cumplimiento de la profecía que Dios hizo al comienzo del mundo. Los textos litúrgicos de la fiesta de hoy nos recuerdan que María fue esa mujer maravillosa que “aplastó la cabeza de la serpiente” por la gracia que le confirió su Hijo.

En la fiesta de la Inmaculada, María se presenta como:

• Mujer predestinada a ser cooperante en los planes de Dios…
• Madre que aparta del mal y del peligro a los ciegos y engañados por el pecado…
• Madre rebosante de gracia y de vida para comunicarla a sus hijos…
• “¡Dios te salve, María, madre de gracia, madre de misericordia!”

Este año, la fiesta de la Inmaculada posee una connotación particular: marca el comienzo del jubileo de la misericordia divina para toda la Iglesia.

Hombres y mujeres que me estáis leyendo: ¿Dónde estáis?... ¿Qué hacéis, qué pretendéis, qué vida lleváis?...