Dom
22
Feb
2009

Homilía Domingo séptimo del Tiempo Ordinario

Año litúrgico 2008 - 2009 - (Ciclo B)

Mirad que realizo algo nuevo. Ya está brotando, ¿no lo notáis?

Evangelio para niños

Curación del paralítico - Marcos 2, 1-12


Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la Palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: - Hijo, tus pecados quedan perdonados. Unos letrados, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios? Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: - ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados", o decirle "levántate, coge la camilla y echa andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, entonces le dijo al paralítico: - Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa. Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: - Nunca hemos visto una cosa igual

Explicación

Hay veces que dejamos de lado a los enfermos y nos despreocupamos de ellos. Pero en otras ocasiones los que viven con ellos les cuidan mucho y les atienden muy bien. Hoy en el evangelio aparece un enfermo paralítico, llevado por sus amigos y familiares a Jesús, para que le cure. Y Jesús, nuestro amigo, que quiere sacarnos de todo mal, le curó y además le perdonó de su egoísmo, porque no sólo nos hace paralíticos la enfermedad sino también el egoísmo, que nos paraliza para hacer el bien.


Mirad que realizo algo nuevo. Ya está brotando, ¿no lo notáis?

Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

NARRADOR: El domingo pasado os contaba la historia de cómo Jesús curó a un hombre de su lepra. Hoy os voy a contar otra curación: la de un paralítico que no podía moverse. Sucedió en Cafarnaún. Acudían tantos a ver a Jesús, que no quedaba sitio ni a la puerta.

NIÑO 1: ¿Y cómo llegó el paralítico hasta Jesús si no podía moverse?

NARRADOR: Cuatro amigos le descolgaron en una camilla, rompiendo el tejado de la casa donde estaba Jesús.

NIÑO 2: Sus amigos lo querían mucho ¿verdad?

NARRADOR: Desde luego, y confiaban en Jesús. Veréis lo que pasó. Escuchad a Jesús y a unos escribas que estaban allí sentados observando:

JESÚS: Hijo, tus pecados te son perdonados.

NARRADOR: Unos letrados que escuchaban a Jesús dijeron:

LETRADO1: ¿Qué forma de hablar es esa? ¡Está blasfemando!

LETRADO2: ¡Sólo Dios puede perdonar los pecados!

NARRADOR: Jesús adivinando el pensamiento de estos letrados les dice:

JESÚS: Y vosotros, letrados, ¿Por qué pensáis eso?

LETRADO1: ¿Qué? ¿Cómo sabes lo que estamos pensando?

NARRADOR: Jesús les dice:

JESÚS: ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados te quedan perdonados" o decirle "levántate, toma tu camilla y echa a andar"?

LETRADO2: ¿Qué quieres decir?

JESÚS: Quiero que veáis que el Hijo del Hombre tiene poder para perdonar los pecados.

NARRADOR: Entonces le dijo al paralítico:

JESÚS: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

NARRADOR: El paralítico se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió caminando a la vista de todos.

NIÑO 1: ¡Nunca hemos visto una cosa igual!

NIÑO 2: ¡Es un profeta, un hombre santo! ¡Puede hacer milagros, quizá sea el Mesías!

NARRADOR: Todo el mundo daba gracias a Dios por haberlo enviado.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández