Jue
19
Feb
2009
¿Quién dice la gente que soy yo?

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis 9,1-13:

Dios bendijo a Noé y a sus hijos diciéndoles:
«Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y os respetarán; todos los reptiles del suelo y todos los peces del mar están a vuestra disposición. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento: os lo entrego todo, lo mismo que los vegetales.
Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre, que es vuestra vida; se las pediré a cualquier animal. Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano.
Quien derrame la sangre de un hombre,
por otro hombre será su sangre derramada;
porque a imagen de Dios hizo él al hombre.
Vosotros sed fecundos y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla».
Dios dijo a Noé y a sus hijos:
«Yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañan, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Establezco, pues, mi alianza con vosotros:
el diluvio no volverá a destruir criatura alguna ni habrá otro diluvio que devaste la tierra».
Y Dios añadió:
«Esta es la señal de la alianza que establezco con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las generaciones: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra».

Salmo de hoy

Salmo 101,16-18.19-21.29.22-23 R/. El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra

Los gentiles temerán tu nombre;
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sion,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sion el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8,27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos le contestaron:
«Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy?».
Tomando la palabra Pedro le dijo:
«Tú eres el Mesías».
Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.
Y empezó a instruirlos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
«Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Reflexión del Evangelio de hoy

  • AL HOMBRE LE PEDIRÉ CUENTAS DE LA VIDA DE SU HERMANO

Dios a Noé le bendice y le manda crecer y llenar la tierra. También le hace esta observación: “Al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano”.
En nuestro mundo desigual e injusto, me pregunto: ¿dónde está y quién es ese hermano del que Dios nos pedirá cuentas?  Compartir es la gran respuesta del que se siente hijo de Dios y hermano de todos. Las desigualdades entre los “hermanos” cada vez son mayores. Y…¿cuál es nuestra respuesta? Podemos engañarnos a nosotros mismos diciéndonos, ante el sufrimiento de los demás: ¡Yo no he hecho nada para que se dé esta situación injusta! No hacer nada cuando se debería hacer algo…no es el querer del Padre.
¿Nos pedirá cuentas de nuestra pasividad ante el dolor del hermano?
 

  • ¿QUIÉN DECIMOS QUE ES ÉL?

 

La figura de Jesús ha suscitado siempre inquietantes preguntas. ¿Quién es Jesús? Esta es la pregunta clave del evangelio de Marcos. ¿Tenía Jesús interés por saber lo que las gentes opinaban de Él? Lo que sí quería conocer es lo que los discípulos habían entendido de su persona y de su misión. “Tú eres el Mesías”, fue la respuesta inspirada de Pedro. Esta respuesta va más allá de la comprensión de Pedro y de la comprensión judía sobre el Mesías, al que atribuían  características muy diferentes de las que Jesús mostraba.
Jesús, después de prohibirles la divulgación de su mesianismo, se pone a instruirlos y les presenta el camino que Él ha de recorrer: tiene que padecer…,ha de  ser condenado…,será ejecutado y…resucitará. Ser Mesías no es triunfar y deslumbrar.  Pedro profesa la fe auténtica pero rechaza lo que se deriva de ella. Quiere desviar el mesianismo de Jesús hacia el poder y es triunfo.
En medio de nuestras dudas y búsquedas, nosotros también estamos invitados a dar nuestra respuesta. Sabemos teorizar sobre Jesús, pero muchas veces, como Pedro, queremos resurrección sin muerte. Hoy como ayer, el creyente ha de estar atento para no desvirtuar el verdadero mesianismo y la verdadera misión.
La  pregunta de Jesús nos reta a dar una respuesta personal y coherente.
Vosotros,¿quién decís que soy yo?