
Jun
Evangelio del día
“ ¿A ti qué?, tú sígueme ”
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 28, 16-20. 30-31
Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con el soldado que lo vigilaba.
Tres días después, convocó a los judíos principales y, cuando se reunieron, les dijo:
«Yo, hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres, fui entregado en Jerusalén como prisionero en manos de los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, me vi obligado a apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo, pues, os he llamado para veros y hablar con vosotros; pues por causa de la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas».
Permaneció allí un bienio completo en una casa alquilada, recibiendo a todos los que acudían a verlo, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.
Salmo de hoy
Salmo 10, 4. 5 y 7 R/. Los buenos verán tu rostro, Señor
El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R/.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 20-25
En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, y éste, ¿qué?»
Jesús le contesta:
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?»
Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo podría contener los libros que habría que escribir.
Evangelio de hoy en audio
Reflexión del Evangelio de hoy
“Pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas”
Estamos terminando el Tiempo Pascual y con él finalizamos la lectura de los Hechos de los Apóstoles. San Pablo ha llegado a Roma donde va a residir en una especie de arresto domiciliario durante dos años. Sin embargo, esto no le impide seguir evangelizando. Él tiene clara cuál es su misión y aunque sabe que es injusto lo que los hombres han hecho con él, hasta el punto de privarle de libertad, sabe también que por encima de los planes de los hombres está el designio de Dios, que todo lo ordena para el bien de los que lo aman, y por eso no se calla sino que proclama el Reino de Dios a todos lo que le quieren escuchar.
Además, gracias a esa injusticia, Pablo ha llegado a Roma, centro del Imperio pagano, y así puede dar cumplimiento al mandato del Señor: “id y anunciad al mundo entero la buena noticia de la salvación”
Pablo tiene clara su misión y también quien le sostiene en ella: “pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas”, esperanza que está puesta en el Cielo y que tiene unos parámetros muy distintos a los del mundo, por eso no se deja que se apague su celo por evangelizar sino que se mantiene fiel hasta el final.
Seguir a Cristo es cargar con la Cruz de cada día sabiendo que no estamos solos en el sufrimiento, que Él siempre está a nuestro lado para confortarnos y animarnos a seguir adelante.
“¿A ti qué?, tú sígueme”
Estamos también al final del Evangelio de San Juan y una vez más el Señor tiene una respuesta que nos deja desconcertados.
Jesús conoce muy bien el corazón humano y sabe que dentro de nosotros hay una tendencia innata a compararnos con los demás y que eso no nos hace bien, por eso le contesta así a Pedro. En el seguimiento de Cristo nuestra respuesta tiene que ser personal, es verdad que somos el pueblo de Dios que camina unido hacia el Cielo, que es muy importante vivir la fe en comunidad. Pero cada uno tiene un ritmo, para cada uno Dios tiene un plan de salvación y si nos comparamos con los demás o nos distraemos curioseando la vida de los otros, podemos no aprovechar las gracias que el Señor tiene para nosotros.
Mañana celebramos la solemnidad de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Pidamos que venga a nuestros corazones, nos llene de sus dones, ilumine nuestra mente y dirija nuestros pasos por el camino del bien, del amor y d la paz.