Sáb
30
Mar
2013

Homilía Vigilia Pascual

Año litúrgico 2012 - 2013 - (Ciclo C)

¡Aleluya! Cristo, el Señor, ha resucitado ¡Aleluya!.

Introducción

Estamos ante la celebración más importante del año cristiano: la liturgia madre de todas las liturgias. En ella hallamos una enorme riqueza, tanto en los símbolos como en las lecturas de la Palabra de Dios, que se ha de usar con naturalidad y sabiduría. Por este motivo, y más que nunca, es conveniente preparar con minuciosidad cada detalle de la celebración. Hoy los ritos y las palabras que los acompañan se han de convertir en una representación visual, en una dramatización del misterio de la Resurrección del Señor. En consecuencia, la predicación del presidente no tendría que ser larga.

De la belleza de esta liturgia fuente destaca la serena armonía entre los gestos y la Palabra de Dios. Una armonía que reposa, principalmente, sobre los símbolos de la luz y el agua, que hallamos también en buena parte de la variedad de lecturas de la Escritura que hoy pueden ser proclamadas (la luz versus oscuridad en: Gn 1, Ex 14, Ba 3 y Lc 24; el agua de la vida y la liberación: Gn, 1, Ex 14, Is 55, Ez 36 y Rm 6).

Además, hemos de recordar que la Vigilia Pascual se articula en torno a cuatro grandes partes: a) la liturgia de la luz; b) la liturgia de la Palabra; c) la liturgia bautismal y d) la liturgia eucarística.