Dom
17
Jul
2011

Homilía XVI Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2010 - 2011 - (Ciclo A)

Dejadlos crecer juntos

Introducción

Las lecturas de este domingo, decimosexto del tiempo ordinario, nos confrontan con uno de los grandes misterios de la vida humana: el problema del mal. Existe un sufrimiento propio de la naturaleza física y corporal de cada hombre y mujer, que también comparte esta creación limitada y finita. La ciencia nos ayuda a comprender y en bastantes ocasiones a remediar y sanar.

Pero, ¿qué pasa con ese otro mal, esa capacidad de hacer daño que se esconde en lo más profundo de algunos individuos, a veces incluso de nosotros mismos? ¿Por qué mientras las sociedades evolucionan no se acaba con esta lacra? ¿Será que no hay salida? ¿Tendrá razón el proverbio antiguo que definía al hombre como un lobo para otro hombre?

La vida de Jesús es la mejor respuesta que se ha dado en la Historia ante el problema del mal causado por el propio hombre. En Jesús, Dios está expresando de forma definitiva su palabra: compasión, misericordia y perdón. Sólo así el mal puede ser vencido y el ser humano sanado, hasta recobrar la categoría de imagen de su Creador.