Homilía XV Domingo del tiempo ordinario

Introducción

En este Domingo 10 de julio, que litúrgicamente es el XV del Tiempo Ordinario, muchos de nosotros ya estamos de vacaciones merecidas. Y por eso la Iglesia nos recuerda que es un tiempo especial para, además de disfrutar del descanso, de la familia, de la creación, dejarse impregnar por o reflexionar acerca de la importancia de la palabra de Dios en la vida de todo creyente. Así, nos invita a no vernos como espectadores desinteresados, no ver la realidad como algo distante o separado, con indiferencia, sino a sentirnos implicados en el mundo y el momento que nos han tocado vivir, de un modo activo y consciente.

Por eso las tres lecturas que la liturgia presenta tienen como médula o idea central nuestro protagonismo: como libres, somos actores de nuestra propia vida. Todos tenemos oídos para escuchar la Palabra de Dios y responder a ella con las atitudes adecuadas.