Dom
1
Nov
2009

Homilía Solemnidad de Todos los Santos

Año litúrgico 2008 - 2009 - (Ciclo B)

Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

Evangelio para niños

Las bienaventuranzas - Mateo 5, 1-12a


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó y se acercaron los discípulos; y él se puso a hablar enseñándolos: - Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Explicación

En esta fiesta recordamos a todas las personas que desde el comienzo del mundo hasta hoy, han vivido con amor y cariño para todos, esforzándose por hacer felices a los demás. Esos son las amigos de Dios. Y le damos gracias a Dios en este día por todo el bien que a través de ellos hemos recibido. Ahora viven felices al lado de Dios Padre y nos esperan para reunirnos con ellos.


Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

NARRADOR: Había mucha gente que seguía a Jesús. Él dándose cuenta de sus necesidades se dirige hacia ellos y les dice:

JESÚS: Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos,

NIÑO 1: Jesús entonces seremos felices cuando lleguemos a ser desprendidos y así habrá para todos en este mundo que todos habitamos.

NIÑO 2: Felices, entonces, los que necesitan de los demás y saben que eso es bueno para crecer. Felices los que disfrutan de un deporte, aunque no tengan zapatillas nuevas.

NIÑO 3: Nos quieres decir que seremos felices los que sepamos jugar con nuestros amigos sin hacer distinciones. Seremos felices cuando nos integremos en grupo, y juguemos, conversemos y compartamos con todos, en el colegio, en el barrio, sin hacer diferencias por el color de la piel, de la religión o de la nacionalidad.

JESÚS: Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.

NIÑO 1: Jesús, tú no quieres decir que, para alcanzar la felicidad, haya que llorar ¿a que no? Lo que sí dices es que no nos debemos entristecer si nos toca llorar, porque vamos a recibir tu consuelo.

NIÑO 2: Quien se sienta solo, quien se sienta abandonado, quien padezca una enfermedad, puede estar seguro de que Dios no descuida ni un poquito a sus hijos.

NIÑO 3: Felices seremos cuando sepamos ponernos en el lugar de los que sufren; el mundo se llenará aquel día de consuelo.

JESÚS: Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

NIÑO1: Los pacientes y los mansos son los que aceptan con calma las dificultades y se enfrentan a ellas para superarlas ¿no es así?

NIÑO 2: Felices seremos cuando vayamos por la vida con la pura verdad y la justicia por delante; entonces se realizará el respeto de todos los derechos humanos.

NIÑO 3: Jesús, tú quieres decirnos que seremos felices cuando seamos tranquilos y no reaccionemos violentamente frente a las agresiones de los demás. Que seamos capaces de solucionar las cosas sin enfados ni broncas.

JESÚS: Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.

NIÑO 1: Los que tienen el corazón limpio actúan siempre con bondad y con amor. No tienen doble intención, ni falsedad, no andan diciendo mentiras, ni les gusta fanfarronear, porque son humildes.

NIÑO 2: Los que tienen el corazón limpio dan sin esperar recompensa y saben que la mayor felicidad está en dar.

NIÑO 3: Felices seremos cuando nuestro corazón sea compasivo y capaz de perdonar; veremos cómo los hogares y los centros de trabajo se llenan de ternura.

JESÚS: Felices los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios.

NIÑO 1: Nos quieres decir que seremos felices cuando tengamos, y se nos note, un corazón transparente, desprovisto de malas intenciones; ¡qué a gusto se va a estar a nuestro lado!

NIÑO 2: Seremos felices cuando suprimida toda violencia, nos apuntemos al diálogo y la tolerancia; si lo hacemos así sólo con vernos, crecerá la autoestima de los que están con nosotros.
JESÚS: Felices vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

NIÑO 3: Nos quieres decir que seguramente, esta forma de vivir y seguirte nos va a traer problemas, al menos durante un tiempo… Pero seremos felices cuando aprendamos a tener bastante aguante y confianza en lo que Tú, Jesús nos has dicho. Tenemos que alegraremos por ser así aunque la gente no lo entienda y nos insulte.

JESÚS: Vosotros no tengáis miedo y confiad en lo que yo os he dicho. ¿Me habéis entendido? Yo siempre estaré con vosotros.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández