Lun
9
Ago
2010
Te desposaré... y tú conocerás al Señor.

Primera lectura

Lectura de la profecía de Oseas 2, 16b. 17de. 21-22

Así dice el Señor:
"Yo me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor".

Salmo de hoy

Salmo 44 Llega el Esposo; salid a recibir a Cristo, el Señor.

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor R/.

Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras. R/.

Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
A cambio de tus padres, tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - "Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:
- ¡Que llega el esposo, salid a recibidlo!.

Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os compréis".

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".

Reflexión del Evangelio de hoy

Celebramos hoy la fiesta de una de las patronas de Europa, Edith Stein o Sor Teresa Benedicta de la Cruz. La historia de esta mujer es la historia de los muchos mártires que derramaron su sangre por la fe de la Iglesia, que es la fe en Jesucristo, durante la II guerra mundial en los campos nazis.

El profeta Oseas nos muestra con tierna expresión la aspiración de Yavéh de habitar en el centro del pueblo de Israel. Para ello, el profeta recuerda el inicio de la relación entre Yavéh y el pueblo, donde Él mismo hablaba al corazón del pueblo en el desierto. Ahora, la situación parece haber cambiado: Israel parece haber cerrado sus oídos a la palabra de Yavéh, conllevando una vida en la superficialidad. La razón de esta vuelta al origen de la relación es volver a contactar con aquella motivación profunda que hizo al pueblo entero vivir desde Yavéh y no desde otros dioses.

El pasaje del Evangelio de Mateo que se nos propone es el de las vírgenes prudentes. La prudencia y la honradez de Edith Stein se percibe claramente en su tarea filosófico-teológico. Lo que se percibe en sus escrito es el amor a la Verdad. Más allá de la articulación que hizo entre filosofía y teología, se encuentra la articulación entre razón y ser. Se percibe claramente como la razón se encuentra a servicio del ser personal, que es un ser comunitario, solidario y trascendente. Si la razón jugara otro papel, la vida esta condenada.