Jue
21
May
2009

Evangelio del día

Sexta Semana de Pascua

Dentro de poco ya no me veréis; dentro de otro poco, me veréis. Porque voy al Padre.

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 18, 1-8

En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Áquila, judío natural del Ponto, y a su mujer, Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías,
Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo:
«Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles».
Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.

Salmo de hoy

Salmo 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4 R/. El Señor revela a las naciones su salvación

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 16, 16-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Reflexión del Evangelio de hoy

  • Reto para la comunidad cristiana

Las crisis por las que está pasando este presente nuestro, no deben desanimarnos. Dice el obispo Casaldáliga que “la crisis es la fiebre del Espíritu. Donde hay fiebre hay vida.” El momento que nos toca vivir es interesante y hace que muchas personas, convencidas del mensaje del de Nazaret  juzguen este momento como  una oportunidad privilegiada para decir a la humanidad que dicho mensaje, lejos de ser un anacronismo,  tiene, más que nunca, un sentido pleno.

Para Pablo predicar y testimoniar el Evangelio no fue tarea fácil: fracasó en Atenas y se trasladó a Corinto. Intentó nuevamente y, otra vez, se sintió rechazado y mal interpretado, pero él siguió adelante y está vez se dirigió a los paganos. Tiene claro el objetivo del que está convencido: Proclamar que Jesús es el Mesías.


El reto para nuestra Comunidad Cristiana, en este mundo materialista, en el que nos ha tocado vivir, es despertar del letargo, Buscar nuevos horizontes y encontrarnos con la humanidad que camina, rota, cansada y herida para ofrecerle un espacio de sentido y esperanza e intentar siempre, como Pablo, transmitir con nuestras vidas, aquello de lo que estamos convencidos: Jesús es el Mesías.

  • “Vuestra tristeza se convertirá en gozo”

Nos cuesta entender la estrategia de la salvación de Dios. Jesús está hablando a sus discípulos de su muerte y resurrección pero no le entienden: “Dentro de poco ya no me veréis…y dentro de otro poco me veréis”.

Él no busco el dolor, ni el sufrimiento, ni la muerte y no los quiere para ningún ser humano. Él quiere la vida para todos. Él quiere vernos sentados a la misma mesa celebrando la gran fiesta de la fraternidad. Pero, si miramos nuestro mundo donde el hambre, el paro, la discriminación y la injusticia  parecen triunfar, es difícil ser optimistas. Sin embargo, la respuesta fundada en la misma realidad, es que en nuestro mundo hay brotes de novedad que apuntan a otro futuro distinto y mejor. Son brotes de esperanza.

El creyente esperanzado experimenta la vida como algo que está en marcha hacia la plenitud. Cada día es una nueva ocasión y una nueva posibilidad para hacer crecer entre nosotros el Proyecto de Dios, que es un Proyecto de Vida.

Seguir a Jesús no es siempre fácil. Él nos muestra el camino. Él recorre el camino y Él nos invita a recorrerlo. El mesianismo de Jesús es un mesianismo de debilidad en solidaridad con el débil. Agradar a Dios sin “embarrarse” con el dolor de los marginados no es posible.

En los momentos duros de la vida, cuando experimentamos la impotencia, es consoladora la frase de Jesús: “Vuestra tristeza se convertirá en gozo”.