Vie
11
Dic
2009

Evangelio del día

Segunda Semana de Adviento

Yo, el Señor, tu Dios, te enseño para tu bien, te guío por el camino que sigues.

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías 48, 17-19

Esto dice el Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:
«Yo, el Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».

Salmo de hoy

Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 16-19

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«¿A quién compararé esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

Reflexión del Evangelio de hoy

  •  “Te enseño para tu bien”

¡Cuánto mejor nos iría si cayésemos en la cuenta de la verdad de estas palabras: “te enseño para tu bien”! Dios y Jesús no buscan más que nuestro bien. No buscan otra cosa, como creen algunos despistados. No buscan robarnos la libertad, no buscan tenernos en minoría de edad, no buscan imponernos sus mandatos porque el que manda es el que manda… El enfoque es bien distinto. Dios y Jesús nos aman y buscan nuestro bien y… lo que saben de la vida humana y de cómo hay que vivirla-que es bastante más que nosotros-  nos los dicen… Ojalá no seamos insensatos y les hagamos caso.

  • “No habéis bailado ni llorado”

Jesús se queja de que su generación no se emociona con nada, ni con nadie. Ni con Juan el Bautista, con fama de austero, ni con Jesús, que para algunos era un borracho y un comilón. Jesús ha venido a emocionarnos, para que vivamos la vida con emoción. Porque sabe que una vida sin emoción no es vida y sabe que la fuente de la emoción es el amor. Lo que más emociona al hombre es el amor, el amar y ser amados. Por eso, Jesús viene a comunicarnos que nos ama hasta el extremo. Algo que nos recuerda en cada eucaristía al entregarnos su persona, su cuerpo y su sangre. Todo para que no seamos como algunos de su generación que no se emocionaban con nada ni con nadie. Si hay amor hay emoción.