Evangelio del día
Vigésimo séptima semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Introducción a la semana

En esta semana nos encontramos con la memoria obligatoria de san Francisco de Asís, la memoria obligatoria de Nuestra Señora del Rosario. Ambas memorias para los dominicos son fiestas. También en ella encontramos una celebración particular, el día 5, con el nombre de “Témporas de acción de gracias y petición”, que tiene la consideración litúrgica de “Feria mayor”, como el Miércoles de ceniza. Día de oración de acción de gracias por los frutos de la cosecha y de petición de ayuda. Con un cierto carácter penitencial que surge de lo mucho que recibimos y lo poco que damos y de la necesidad que tenemos de la ayuda divina, dadas nuestras debilidades. La lectura continua de la semana ofrece como primera lectura la carta de san Pablo a los Gálatas. La carta de la libertad. También pertenece a esa carta la primera lectura del día de san Francisco. El día cinco – la feria mayor- tiene lecturas propias. También serán propias las del día del Rosario donde se celebre como fiesta. Por ejemplo, en la Orden dominicana, ya que Nuestra Señora del Rosario es la advocación mariana propia de la Orden. Buen día para reflexionar sobre esa devoción tan extendida, llamada el “evangelio orante”, pues es el evangelio el objeto de reflexión mientras se desgranan las avemarías. Los textos evangélicos tomados de san Lucas abordan catequesis esenciales a la fe cristiana como saber quién es realmente prójimo, “el que practica la misericordia con él”, el malherido a quien atiende el samaritano. En días sucesivos los textos evangélicos expondrán la necesidad de ponerse en manos de Dios con la oración. El sábado se proclama la grandeza de María, la madre que se funda en haber “escuchado la Palabra de Dios y cumplirla”.

Días de la semana