Dom
14
Jun
2009

Homilía Domingo del Corpus Christi

Año litúrgico 2008 - 2009 - (Ciclo B)

El Cuerpo y la Sangre de Cristo

Introducción

Dios es AMOR y su Hijo Jesús, su imagen perfecta, también es AMOR. A partir de este hecho, entendemos que todo lo que hace Jesús brota de su ser Amor. Hoy la iglesia celebra una de sus prodigiosas obras de amor: el cuerpo y la sangre de Cristo. Poco antes de entregar su vida en la cruz, inventó la eucaristía. Quiso resumir en el pan y en el vino eucarísticos su vida, muerte y resurrección, para que siempre las recordásemos y nos ayudasen a vivir el presente en vista a nuestro fututo. Hace el milagro de esconderse en el pan y nos lo regala como su cuerpo entregado, muerto y resucitado; y lo mismo con el vino, donde no regala su sangre derramada por amor. Su cuerpo y su sangre quieren ser recuerdo permanente de lo que fue su vida, muerte y resurrección. Que no se nos borre de la memoria todo cuanto él hizo por nosotros. Quiere ser también alimento en nuestro caminar terreno, en nuestro compromiso voluntario de seguir sus pasos, de vivir su misma vida de entrega y de amor, mientras llegamos al reinado de Dios definitivo.

En algunos lugares, la solemnidad del Corpus Christi se celebra el jueves, por lo que este domingo se celebra el Domingo XI del Tiempo Ordinario. Incluimos también la ayuda homilética para este domingo

Domingo XI del Tiempo Ordinario

El núcleo de la predicación de Cristo es el Reino de los cielos. Qué era ese Reino no le fue fácil de exponer a sus oyentes. Por eso insistió en manifestar “a qué se parece”. Y para ello utiliza parábolas, “acomodándose a su entender”. Las parábolas muestran aspectos parciales de lo que es el Reino de los cielos, con los que tenemos que tejer la idea completa de lo que Jesús quiere decirnos en su predicación. Para las parábolas Jesús mira la tierra por la que se mueve, los campos sembrados.