Dom
29
Abr
2018

Homilía V Domingo de Pascua

Año litúrgico 2017 - 2018 - (Ciclo B)

Sin mí no podéis hacer nada

Introducción

Jesucristo pronunció estas palabras durante su discurso de despedida en mitad de la Última Cena. Debemos tener bien presente el contexto de las palabras del Señor, son los últimos momentos que Jesús vive con los discípulos antes de su pasión y muerte. Jesús abre su corazón: ha lavado los pies a sus discípulos. Quien lee el comienzo del capítulo decimotercero del evangelio de san Juan se lleva la gran sorpresa de conocer el secreto de toda la vida del Señor. El evangelista deja dicho que «sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» (Jn 13,1).

Estas palabras debieran grabarse en nuestra mente y en nuestro corazón: saber que toda la vida de Jesús tiene una única clave de lectura, que debiera estar bien presente a la hora de dilucidar nuestro obrar cristiano: los amó hasta el extremo. En la misma línea hemos de colocar el mandamiento «nuevo» (Jn 13,14), cuya novedad está precisamente en el punto de referencia que propone el Señor: «como yo os he amado». Y ya queda dicho que Jesús «nos amó hasta el extremo». 

La relación entre el amor y el cumplimiento del mandamiento «nuevo» es una relación que implica la totalidad de la persona, no por simple imitación externa sino más bien por una relación vital entre Jesús y sus discípulos, que somos nosotros. Tal relación vital es lo que sugiere la alegoría de la vid y los sarmientos, que es el texto del Evangelio de este domingo (Jn 15,1-8).