Sáb
5
May
2018

Evangelio del día

Quinta Semana de Pascua

No es el siervo más que su amo

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 1-10

En aquellos días, Pablo llegó a Derbe y luego a Listra. Había alli un discipulo que se llamaba Timoteo, hijo de una judía creyente, pero de padre griego. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso que fuera con él y, puesto que todos sabían que su padre era griego, por consideración a los judíos de la región, lo tomó y lo hizo circuncidar.
Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
Atravesaron Frigia y la región de Galacia, al haberles impedido el Espíritu Santo anunciar la palabra en Asia. Al llegar cerca de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Tróade.
Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: «Pasa a Macedonia y ayúdanos».
Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio.

Salmo de hoy

Salmo 99, 1-2. 3. 5 R/. Aclama al Señor, tierra entera

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».

Reflexión del Evangelio de hoy

Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día

En este episodio de los Hechos vemos que Pablo cambia de compañero de misión: Bernabé es sustituido por Timoteo, al que Pablo le profesa un gran cariño. Así como Pablo, a pesar de ser judío “por los cuatro costados”, necesitó la intervención de Bernabé para abrirse paso entre los hermanos pues no se fiaban de él, Timoteo, por el contrario, gozaba de buena reputación entre los hermanos,  aún siendo de padre pagano.

Aunque el tema de la circuncisión quedó zanjado y estaban comunicando a las distintas iglesias los acuerdos tomados por los apóstoles y demás responsables de Jerusalén, Pablo decide circuncidar a Timoteo para evitar todo tipo de conflicto. Vemos que verdaderamente se hace todo para todos… Este gesto es una gran lección por parte de los dos que debemos aprender; como, a la hora de la verdad, el Mensaje y la Predicación están por encima de nuestras ideologías, normas y criterios, y no nos debemos encasquillar en ellos…

Pero si algo hay que destacar de esta lectura es la acción del Espíritu y la docilidad al mismo de los apóstoles. Estamos en el tiempo del Espíritu; Él es el gran Protagonista y los apóstoles lo saben, por eso se dejan guiar y llevar por Él. Son conscientes de que son meros instrumentos en la construcción del Reino y en la expansión del Evangelio. Por eso las iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.  Tal vez tendríamos que preguntarnos quién nos mueve y dirige en nuestras tareas apostólicas…?

Ningún siervo es superior a su señor

Desde el primer momento el mensaje de Jesús es rechazado y odiado por el mundo, de ahí que no tardaran nada en quitarlo del medio y que no dejen de perseguir a su Iglesia con  el fin de acabar con ella. Los valores del Reino son totalmente opuestos a los valores del mundo y Jesús siempre nos lo dejó muy claro a todos sus seguidores: “ningún siervo es superior a su señor”; si Él por ser fiel y coherente con los valores del Reino, sufrió hasta la muerte y una muerte de cruz, nosotros no podemos pensar en una vida fácil y sin oposición. Es más, nos tendríamos que cuestionar sobre nuestro seguimiento si éste no choca y va contracorriente…

Sabiendo de nuestra debilidad, Jesús ora al Padre por nosotros: "Padre, yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado… Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno…"  (Jn 17, 1-26). Si somos fieles a nuestra fe y a nuestro bautismo vamos a tener dificultades y vamos a experimentar el fuerte rechazo del mundo, incluso en el ambiente que nos movemos y entre los más nuestros, pero no estamos solos, tenemos un fuerte apoyo e intercesor.

Todo acto consciente en la vida es como una experiencia en la que constatamos que somos como “ovejas en medio de lobos”. En principio, no tenemos ni idea del precio que vamos a tener que pagar, pero sí sabemos que nunca seremos abandonados. (Joan Chittister, “El Evangelio, día a día”)