Jue
21
Dic
2023

Evangelio del día

Tercera semana de Adviento

La criatura saltó de alegría

Primera lectura

Lectura del libro del Cantar de los Cantares 2, 8-14:

¡La voz de mi amado!
Vedlo, aquí llega,
saltando por los montes,
brincando por las colinas.
Es mi amado un gamo,
parece un cervatillo.
Vedlo parado tras la cerca,
mirando por la ventana,
atisbando por la celosía.
Habla mi amado y me dice:
«Levántate, amada mía,
hermosa mía y ven.
Mira, el invierno ya ha pasado,
las lluvias cesaron, se han ido.
Brotan las flores en el campo,
llega la estación de la poda,
el arrullo de la tórtola
se oye en nuestra tierra.
En la higuera despuntan las yemas,
las viñas en flor exhalan su perfume.
Levántate, amada mía,
hermosa mía, y vente.
Paloma mía, en las oquedades de la roca,
en el escondrijo escarpado,
déjame ver tu figura,
déjame escuchar tu voz:
es muy dulce tu voz
y fascinante tu figura».

Salmo de hoy

Salmo 32, 2-3. 11-12. 20-21 R/. Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo

Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R/.

El plan del Señor subsiste por siempre;
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

La mejor música

La lectura del Cantar de los Cantares muestra una alegoría del amado, la venida de Jesús. Un amado joven, fresco, que se asoma a nuestra casa (a nuestro corazón), que nos anima a levantarnos, a ponernos en marcha, porque su venida está próxima. Con Jesús llega la liberación, y se alegra la naturaleza, brotan las flores, cantan los pájaros, los árboles se preparan para germinar. Jesús viene, se muestra, pero también quiere escuchar nuestra voz, quiere ver nuestro rostro. En resumen, se describe, con el nacimiento de Mesías, una perfecta comunión entre Dios y la Humanidad. 

¡Qué mejor manera de celebrar la llegada del Mesías que con la mejor música! Dios ha trazado un plan para todas las generaciones, que culmina con la llegada de Jesús. Por eso nuestra alma debe esperar en el Señor, Él será nuestra liberación. 

Compartir la gracia recibida

Dice al principio el Evangelio: “María se puso en camino de prisa”. Y es que María ayuda siempre, intercede siempre, velozmente, no se demora. Así actúa siempre, cada vez que la invocamos, cada vez que le pedimos ayuda: cuando nos falta la esperanza, cuando escasea la alegría, cuando se agotan las fuerzas, cuando se oscurece la estrella de la vida, ahí está ella y la Madre interviene.

Posteriormente, la alegría desmedida de Isabel y de Juan el Bautista, que “salta de alegría en el vientre de su madre”, al escuchar el saludo de María. Y ambas bendicen, por su fe incondicional y su entrega, al aceptar el plan del Señor, sin ninguna duda.

El Evangelio de hoy nos invita a reflexionar sobre varios aspectos importantes. En primer lugar, nos muestra la importancia de la comunión y el apoyo mutuo entre familiares y amigos en momentos de alegría y dificultad. María visita a Isabel después de recibir el anuncio del ángel sobre su propio embarazo. Ambas mujeres comparten la gracia que han recibido, y este encuentro es un ejemplo de cómo las relaciones familiares pueden ser fuentes de consuelo y fortaleza en nuestras vidas. 

Además, esta lectura nos enseña sobre la humildad y la fe. Tanto María como Isabel son ejemplos de mujeres que asumieron el sueño que Dios tuvo para sus vidas. Isabel reconoce la bendición de María, llamándola "bendita entre las mujeres", y María alabando a Dios por su grandeza y misericordia. Estas actitudes nos recuerdan la importancia de reconocer los sueños que Dios tiene para nuestras vidas. 

El nacimiento de un niño siempre es motivo de alegría y de esperanza, con más razón si se trata del Niño-Dios. ¿Mis sentimientos van acordes a este acontecimiento que ha marcado la historia en un antes y un después trayéndonos al Salvador, o se han vuelto rutinarios e infecundos?

En todo momento y en toda etapa de la vida Dios sueña conmigo, ¿lo creo y lo manifiesto con mi testimonio de vida y con la palabra?