Dom
31
Oct
2010

Homilía XXXI Domingo del Tiempo Ordinario

Año litúrgico 2009 - 2010 - (Ciclo C)

Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede yo en tu casa

Introducción

Cuando Jesús acepta la invitación de Zaqueo para cenar en su casa la gente exclama escandalizada: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador! En realidad tienen razón, porque Zaqueo es publicano y pecador. Mas hospedándose en su casa, Jesús le ofrece amistad, un gesto que Zaqueo sorprendido y agradecido, acepta con gozo. El desenlace de esta historia manifiesta claramente los reducidos límites hasta donde llega nuestro conocimiento del corazón humano. Con frecuencia nos quedamos en la superficie, sin alcanzar a vislumbrar la capacidad de tranformación que puede tener lugar bajo el impulso de la gracia.

Por eso es necesario apostar siempre a favor de la bondad oculta en el fondo del corazón humano, compartir el optimismo divino por el hombre, incluso cuando èste parezca haber perdido la confianza en sì mismo: Tú con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor que amas la vida (Sab 11,26) . Todas las criaturas poseen un rayo de luz y de amor oculto bajo la capa de miseria y de pecado. Dios puede transformar esa pequeña semilla: Entonces dijo el que estaba sentado en el trono: Mira que hago un mundo nuevo (Ap 21,5) La historia de Zaqueo es un buen ejemplo de todo esto.