Dom
21
Feb
2021

Homilía I Domingo de Cuaresma

Año litúrgico 2020 - 2021 - (Ciclo B)

Está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio

Pautas para la homilía de hoy


Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Empezamos este primer domingo de Cuaresma con el evangelio de las tentaciones de Jesús en el desierto, relatadas por el evangelista Marcos.

El escrito de Marcos, que es el más breve de todos los evangelios, comienza en el desierto con la predicación del Bautista, el bautismo de Jesús y sus tentaciones. Después, Jesús hace su aparición en Galilea proclamando “la Buena Noticia de Dios". Marcos, resumirá su mensaje con estas palabras: "El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Noticia" (Mc 1, 15).

Tres son los temas que aparecen en este evangelio de Marcos, como señala el Papa Francisco:

            1.- Las tentaciones: "El Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás" (Mc 1, 12-13).

            2.- La proclamación del Evangelio (Buena Noticia): "Después de que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios" (Mc 1, 14).

            3.- El tercer tema es una invitación a la conversión: "El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva" (Mc 1,15). La respuesta a esta invitación se expresa en dos actitudes: conversión y fe.

* Conversión: significa tomar otra dirección, cambiar de rumbo, no quedarse donde se está y como se está, esforzarse en ser lo que se debe ser...

* Fe: es el lado positivo de la conversión, la apertura y disposición a escuchar y a fiarse en el Dios de la salvación.

La condición mesiánica de Jesús y su filiación divina no le sustraen de la historia humana y tampoco de sus pruebas y sufrimientos. También Jesús, como hombre, tuvo que vivir las pruebas a las que fue sometido en el desierto y recorrer el duro camino que conduce a la salvación, igual que lo hizo el pueblo de Israel.

Pero, ¿en qué consisten esas pruebas? Marcos, a diferencia de los otros dos evangelistas, Mateo y Lucas, que sí que señalan cuáles son esas pruebas ("si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes” (Mt 4,3: Lc.4, 3); “si eres Hijo de Dios tírate abajo” (Mt 4, 6; Lc 4,9); “todo esto te daré si postrándote me adoras” (M 4, 9; Lc, 4, 7)), no da una respuesta, sino que intentará darla a lo largo de todo su evangelio, porque para Marcos la tentación se prolongará a lo largo de toda la vida de Jesús. Su vida será una constante lucha contra todas las tentaciones que intentarán apartarlo de su camino.

Jesús, en Marcos, frente al esquema clásico de los evangelistas Mateo y Lucas, que siguen el esquema de los honores, el esplendor y la gloria, asume los rasgos de la debilidad, la prueba y el sufrimiento.

            Pero, ¿qué nos dice este evangelio de Marcos a nosotros hoy?.

La tentación de todos los hombres a lo largo de la historia ha sido la de retar a Dios.

  • Desde el Génesis, cuando Satanás tienta a Eva, por medio de la serpiente, lo hace poniendo en duda la palabra de Dios: “¿Cómo es que Dios os ha dicho: ¿no comáis de ninguno de los árboles del jardín?” (Gn 3, 1).
  • En el Calvario, cuando Jesús estaba en la cruz, uno de los ladrones le increpa: “¿No eres tú el Cristo?. Pues, ¡sálvate a ti mismo y a nosotros!” (Lc 23, 39).

En este primer domingo de Cuaresma la liturgia nos presenta siempre el evangelio de las tentaciones. El lenguaje del tentador siempre es el mismo. “si eres Hijo de Dios, pide que estas piedras se conviertan en pan”. “Si eres Hijo de Dios tírate…”. “Si eres Hijo de Dios, manda…”.

            Ese es el discurso del que reta y tienta a Dios, y ese es el discurso que va a seguir existiendo siempre y el que existe hoy en día: hay mucha gente que mantiene ese discurso:

  • Si Dios existe, por qué permite la guerra.
  • Si Dios existe, por qué hay sufrimiento.
  • Si Dios existe, por qué ha permitido que muriera mi hijo/padre/madre/….
  • Si Dios existe, por qué hay catástrofes, terremotos…
  • Si Dios lo puede todo, por qué permite esto; por qué hace esto otro…
  • Si eres católico…, por qué haces esto o lo otro.
  • Por qué la Iglesia, muchas veces, da el ejemplo que da….

Con estas y otras muchas preguntas son con las que continuamente estamos retando a Dios.

Jesús nos enseña a enfrentarnos a ese tipo de retos, a ese tipo de tentaciones.

En el evangelio nos enseña a responder no con nuestras palabras sino con nuestros gestos, a través del ayuno y lo que significa (estuvo 40 días en el desierto), la oración (conversión) y la palabra de Dios (la Buena Noticia.).

Además, este mensaje del evangelio de Marcos de las tentaciones nos lo transmite muy claro en el padrenuestro que nos dejó como legado: “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”.