Oct
Evangelio del día
“ Dios está con nosotros ”
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 31b – 39
Hermanos:
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más todavía, resucitó y está a la derecha de Dios, y que además intercede por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo?: ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?, como está escrito:
«Por tu causa nos degüellan cada día, nos tratan como a ovejas de matanza».
Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro. Señor.
Salmo de hoy
Salmo 108,21-22.26-27.30-31 R/. Sálvame, Señor, según tu misericordia.
Señor, Dueño mío,
trátame conforme a tu nombre,
líbrame por tu bondadoso amor.
Porque yo soy humilde y pobre,
y mi corazón ha sido traspasado. R/.
¡Ayúdame, Señor, Dios mío;
sálvame según tu misericordia!
Sepan que tu mano hizo esto,
que tú, Señor, lo hiciste. R/.
Daré gracias al Señor a boca llena,
y en medio de la muchedumbre lo alabaré,
porque él se pone a la derecha del pobre,
para salvar su vida de los que lo condenan. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús:
«Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Jesús les dijo:
«Id y decid a ese zorro: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana; y al tercer día mi obra quedará consumada.
Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”».
Reflexión del Evangelio de hoy
Dios nos ama
Este texto de la carta a los Romanos es un canto con una letra reiterativa, el amor de Dios hacia toda persona es gratuito, está ya dado y es para siempre.
Comienza el texto “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?”, me resuena al evangelio de Mateo 1 “a quien pondrán por nombre Emmanuel, Dios con nosotros”. Dios es en nosotros, si nos abrimos a vivir esta experiencia nadie podrá cambiarla, anularla, quitarla porque llega a ser parte de la persona.
Pablo enumera diferentes situaciones existenciales duras, que la vida trae, no las elegimos, están ahí, en las cuales parece que el amor no vive, no se dá, Dios no está. Sin embargo, el amor permanece en todas esas situaciones, vive confiando que Dios nos ama, existimos por amor.
Pablo anuncia que “Dios hará que salgamos victoriosos de todas esas pruebas”, no es eludiéndolas sino acogiéndolas, viviéndolas y dejando que esas experiencias-pruebas nos transforme y sea origen de vida. Las pruebas pueden ser una escuela que nos lleva a lo esencial si las vivimos desde esta clave.
Me surge una oración de T. deChardin “No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones... Desea aquello que Dios desea... Adora y Confía”
Expulso demonios y sano enfermos
El texto de Lucas nos presenta a Jesús que va camino hacia Jerusalén, ahí recibe una amenaza: “Herodes quiere matarte”. Una autoridad civil que tiene doble discurso, por un lado dice que quiere conocerlo (Lc 9, 9b) y por otro que quiere matarle. Jesús no huye ante la amenaza, tampoco cambia su mensaje, ni lo suaviza.
“Hoy, mañana y pasado tengo que continuar mi viaje”. Jesús permanece en la misión encomendada por su Padre y que ha acogido como propia, es consciente del peligro pero no retrocede, quiere ser fiel a su llamada, a su ser más profundo, confía.
Jesús vivió y habló como un profeta y es rechazado por el mensaje que predica. Jerusalén es ciudad símbolo de la antigua alianza y en tiempo del destierro de Israel, la reconstrucción de su templo significaba que Dios se hacía presente en medio del pueblo de Israel. Sin embargo, Jesús denuncia a Jerusalén como ciudad de muerte, “matas y apedreas a los que Dios te envía”, aquí será arrestado y ejecutado. El mensaje de Jesús “cae en saco roto”, las personas están cerradas a escuchar algo diferente a lo que ya viven, a vivir desde la clave del evangelio.
Una invitación a preguntarnos, ¿qué me motiva a permanecer en el seguimiento cuando llegan las amenzas, los conflictos?