Día sexto

Comienza tu oración con la postura y el modo que más bien te haga. Puedes recitar alguna oración breve: "Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus hijos", u otra que te haga bien. Es bueno intentar que todo tu ser esté en la presencia de Dios.

 

Tema: 2ª palabra: "Hoy estarás conmigo..."

Jesús está crucificado entre dos ladrones. Uno de ellos blasfema: "Si a otros ha salvado, sálvate y sálvanos". Qué postura tan distinta el otro: Le. 23,40-41: "Acuérdate de mi...."

  • Corrige con celo a aquél que interpela a Cristo Crucificado.
  • Reconoce la inocencia de Cristo.
  • Reprocha la injusticia que se está cometiendo.
  • Hace confesión pública de sus crímenes. ¡¡ Cuántas veces teníamos que decir estas palabras delante del Crucifijo ¡!

Fue discípulo aventajado de Jesús: le tocó la gracia. Pedro, apóstol, reniega de Jesús; un ladrón le confiesa. Los discípulos de Emaus desconfían; el buen ladrón pide confiadamente. Tomás duda de la resurrección. El buen ladrón no duda que Jesús reinará después de la muerte.

El buen ladrón vive esta realidad en las peores circunstancias, y comprende que el Reino de Jesús es espiritual.

Qué ejemplo nos da a nosotros: La humildad. La disposición necesaria para acercarnos a Dios: "acuérdate de mi". No dice "si quieres", sino con confianza: "¡Acuérdate!". Con eso es suficiente. No te pido nada: "acuérdate". Cuántas veces lo hemos dicho en nuestra vida: a un amigo, a gente querida. Y lo seguimos diciendo. "Cuando estés en tu Reino". ALGO ha descubierto este hombre crucificado.

Respuesta de Jesús:

  • "En verdad te digo": Todo el peso de su autoridad.
  • "HOY": el cielo aquél mismo día.
  • "El que me confiese delante de los hombres, yo le confesaré delante de mi Padre". "Estarás conmigo": es el premio.

Dice San Agustín"¿Dónde, jamás, puede estar mal con Jesús?, y ¿dónde, sin El, puede estarse bien?". "En el Paraíso": Bienaventuranza. Visión de Dios: "lo que ni el ojo vio, ni oído, oyó" ¡¡Belleza sin limite!! Toda clase de bien sin mezcla alguna de mal.

Frutos de esta palabra:

  • Poder de la oración: Dios da siempre más.
  • Miseria humana, reflejada en el mal ladrón. Miseria cuando no pedimos perdón; miseria cuando no perdonamos. Esa palabra que hemos dicho u oído decir: "no perdonaré jamás". Algo que no tiene nada que ver con el Espíritu de Jesús.
  • Misterio profundo de la gracia: uno se salva, otro no quiere saber nada con la salvación.
  • No diferir la CONVERSIÓN (estos días son los propicios). Cada día: "Acuérdate de mí", "acuérdate de nosotros". Un día escucharemos: "HOY" Que el buen Dios nos encuentre preparados

Conclusión: No es difícil en este momento decir "acuérdate, Señor...."