Evangelio del día
Trigésimo primera semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Del día 4 al 10 de Noviembre de 2012

Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas

Introducción a la semana

En el último tramo del año litúrgico, el domingo trigésimo primero nos brinda unas valiosas joyas para que nuestro seguimiento de Jesús no decaiga ni pierda entusiasmo. Shemá Israel, nos evoca el Deuteronomio, icono de un pueblo privilegiado por la elección de Yahvé. Como la carta a los Hebreos nos evoca los verdaderos quilates del sacerdocio de Cristo, el que no pasa, el que ofreció el sacrificio una vez para siempre. Y amor a Dios, amor al hermano, dos caras de la misma moneda, mandamiento y sensatez, Dios y la criatura, los dos así creando, los dos así velando por las cosas.

Para la Familia de Domingo de Guzmán, esta semana es casi calco de la semana anterior si bien de alcance más general, porque también dedicamos un día para los santos y santas familiares, así como también otra fecha a recordar a nuestros padres y madres en la fe llamados definitivamente a la gloria del Señor: nuestros formadores, hermanos de comunidad, nuestros compañeros de evangelización, nuestros referentes en la forma de predicar y servir a la Iglesia al estilo dominicano. Memorias litúrgicas completadas con la evocación de la catedral papal, la dedicación de la basílica de Letrán, y León Magno, alma del Concilio de Calcedonia y figura importante de la iglesia del siglo V.

A lo largo de estos siete días, la carta a los Filipenses desplegará para nosotros sus mejores esencias. Escucharemos llamadas a la unidad, a coincidir todos en Cristo Jesús, el que por despojarse de su rango y pasar por uno de tantos es el ‘Nombre sobre todo Nombre’. Él es la causa de nuestra alegría, y en Él radica nuestra gloria hasta el punto que, para Pablo, todo es pérdida si con Él se compara. Somos ciudadanos del cielo y amigos de quien es capaz de cambiar nuestra condición: Cristo, el Señor, el que mejor nos conforta. El evangelio abre con una sencilla llamada a la generosidad, seguida de una convocatoria a toda la rosa de los vientos para entrar en el Reino, para cuyo servicio se nos requiere muy ligeros de equipaje. Reaparecen las críticas a Jesús por acoger a pecadores y comer con ellos, así como la amarga constatación de Jesús al afirmar que los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz (¿y por qué no al revés?)

Fr. Jesús Duque O.P.

Fr. Jesús Duque O.P.
(1947-2019)

Días de la semana