Evangelio del día
Decimotercera semana del Tiempo Ordinario

Del día 28 de Junio al 4 de Julio de 2009

No temas, basta que tengas fe

Introducción a la semana

La Semana litúrgicamente empieza fuerte, con la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo. Antes fiesta de precepto en muchos sitios, hoy sólo en algunos. Con la semana empezamos, pues, una reflexión sobre la Iglesia. Sobre la estructura jerárquica de la Iglesia que representa el primer vicario de Cristo, san Pedro; y sobre el carisma misionero de acercamiento al mundo, que representa el apóstol de los gentiles, san Pablo.  Dimensiones que se complementan, se estimulan y ofrecen  en conjunto la imagen de lo que es la Iglesia. El viernes se celebrará la fiesta del apóstol Tomás, el incrédulo, que vivía un poco al margen del grupo de los apóstoles, por lo que no participa inicialmente de la experiencia de la resurrección. La lectura continua sigue con la historia de Abraham hasta su muerte, y continúa con la de Isaac, su hijo. Llega  ya a presentar a Isaac envejeciendo y pensando en la  herencia. Episodios en los que se manifiesta el etnocentrismo del pueblo judío, así como la disponibilidad de Abraham a someterse a lo que Dios le diga, incluso a sacrificar a su hijo, y las manipulaciones de Jacob (Israel) para hacerse con la bendición y la herencia paterna. Las lecturas evangélicas presentan distintos episodios del caminar de Jesús por Galilea: milagros, reconvenciones a los discípulos, diferencias con los fariseos. Introducirnos en un mes veraniego, como julio, no debe apartarnos de seguir día a día atentos a lo que Palabra de Dios nos dice. Eso supone dar densidad al día. Algo que se ha de valorar también en el verano, que se muestra como tiempo de cierta frivolidad.

Fray Juan José de León Lastra O.P.

Fray Juan José de León Lastra O.P.
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

Días de la semana