Dom
8
Feb
2015

Homilía V Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2014 - 2015 - (Ciclo B)

Sana los corazones

Introducción

El evangelista Marcos nos va presentando la figura de Jesús en sus diferentes matices. Estos domingos que siguen a la celebración del misterio de Navidad, afirman el mensaje: Jesús es vida, Jesús es luz, Jesús es presencia cercana. No es cualquier vida: vida saludable. No es una luz cegadora que irrita, sino clarificadora y cálida. Es una presencia que no demanda protagonismo ni se crece a costa de los demás; sino es presencia que genera vínculos, restablece la esperanza, cultiva todo lo humano.

Necesitamos ejercitar una profunda, continuada y honesta escucha de la Palabra. El aprendizaje de reconocernos en la Palabra requiere hábito, hasta que se convierta en algo natural y necesario para crecer en la fe. La fascinación del discípulo y la necesidad de transmitir la fecundidad de la palabra a los demás, son notas de un compás que ha de armonizarse en el paso de cada día y nutrir el mismo silencio.

En el marco de la Campaña contra el Hambre, la buena noticia de Jesús, se realiza en la medida en que enraicemos la experiencia creyente sobre la comunión. Mientras no percibamos al otro como parte propia, seguiremos viviendo en la vergüenza de la injusticia que resta vida, oscurece la paz e incluso, mata a los hermanos. Las manos se extienden hacia los otros, se tornan abrazo y ayuda, cuando el corazón está anclado en esta clarividencia: el otro es parte de mí.