Dom
8
Dic
2019

Homilía La Inmaculada Concepción

Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Evangelio para niños

La Anunciación - Lucas 1, 26-38


En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando a su presencia, dijo: - Alégrate, lena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó antes esta palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: - No tema, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirán en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: - ¿Cómo será eso, pues no conozco varón? El ángel le contestó: - El Espíritu Santo vendrá sobre tí, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: - Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró

Explicación

Cuando expulsaron a Adán y a Eva del paraíso, Dios prometió que pasados los años una mujer vencería a la serpiente que les hizo pecar: la Virgen María. Hoy estamos de fiesta porque la Virgen no conoció el pecado, por eso la llamamos Inmaculada.


Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

FIESTA DE LA INMACULADA (LUCAS 1, 26-38)

NARRADOR: Los hechos ocurrieron así: Dios se dirigió al ángel Gabriel..

DIOS: Tienes que bajar a la Tierra enseguida, es hora de buscar una casa para mi hijo.

GABRIEL: ¿Una casa allí... abajo?

DIOS: Sí, en una ciudad de Galilea llamada Nazaret.

NARRADOR: El ángel entrando en su presencia dijo:

GABRIEL: ¡Alégrate, llena de gracia!... ¡El Señor está contigo!

MARÍA: ¿Qué pasa? ¿Quién eres tú? ¿Qué saludo es ese?

GABRIEL: No tengas miedo, María. Dios te ha elegido entre las mujeres,

MARÍA: ¿Qué quieres decir? No te entiendo.

GABRIEL: Escucha... concebirás y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús.

MARÍA: ¡Un hijo! ¿Y qué será ese hijo mío?

GABRIEL: Será grande. Se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre.

MARÍA: Y su reino no tendrá fin.

GABRIEL: Claro que sí... ¿no te lo crees?

MARÍA: Es que eso no puede ser.

GABRIEL: ¿Por qué?

MARÍA: Porque yo no vivo con un hombre.

GABRIEL: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el hijo que tendrás será santo, se llamará Hijo de Dios.

MARÍA: ¿Cómo es posible que Dios se haya fijado en alguien como yo?

GABRIEL: Ahí tienes a tu prima Isabel, aunque es vieja, está embarazada de seis meses; y decían que era estéril.

MARÍA: ¿Cómo puede suceder algo así?

GABRIEL: Porque para Dios no hay nada imposible.

MARÍA: Aquí está la esclava del Señor; que se cumpla en mí lo que has dicho.

NARRADOR: Y el ángel se retiró.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández