Dom
28
Mar
2010

Homilía Domingo de Ramos

Año litúrgico 2009 - 2010 - (Ciclo C)

..si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.

Introducción

El Domingo de Ramos  tiene aires de triunfo y fiesta en la bendición de los ramos y en la procesión con la que nos acercamos al templo. Celebramos el pírrico éxito popular de Jesús de Nazaret al ser aclamado por parte del pueblo cuando entra en la ciudad santa, en Jerusalén. Pero inmediatamente la Liturgia nos lleva a lo que aconteció días después, su pasión y muerte. Como relatos “teloneros” nos presenta en la primera lectura la epopeya del Siervo de Iahvé de Isaías, el inocente ultrajado, que sólo encuentra ayuda en Dios; y en la segunda el himno de Filipenses, resumen magnífico de la teología del abajamiento de Jesús, convertido en “uno de tantos” a pesar de su condición divina, obediente hasta la muerte y muerte de cruz; lo que le permitió ser constituido por Dios como el centro de toda la creación, aquel que da razón y sentido a todo lo creado; por ello recibe el honor que sólo se tributa a Dios