Dom
26
Ene
2014

Homilía III Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2013 - 2014 - (Ciclo A)

Convertíos, porque está cerca el Reino de Dios

Introducción

Hemos dejado atrás el tiempo de Navidad y, paso a paso, vamos caminando por lo que, en la liturgia, llamamos tiempo ordinario, no porque no sea importante, sino porque nos va llevando de la mano, despacio, a meditar serenamente, sin fiestas importantes, a profundizar en las enseñanzas de Jesús.

Las lecturas de este domingo nos conducen a Galilea, donde Jesús comienza su vida pública proclamando: “Convertíos, porque está cerca el Reino de Dios” este es el centro del mensaje de Jesús al mundo “El Reino de Dios” Cuando los apóstoles piden a Jesús que les enseñe a orar, después de la primera invocación al Padre de todos, pide: “Venga a nosotros tu Reino”.

Jesús, luz que ilumina toda la Escritura, nos enseña de un modo nuevo la presencia de Dios en el mundo. Y cómo nosotros tenemos que ser testigos de esa luz.

“El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz”. Es el mensaje de la lectura de Isaías.

Pablo, a su vez, nos recuerda que a quien tenemos que Proclamar es a Cristo cuidando de no querer ser nosotros los protagonistas del mensaje.

El Reino se hará presente, si dejamos que Cristo irradie con su luz al mundo entero.

El contenido de la Palabra de este domingo nos invita a:

-Dejarnos iluminar por Cristo
-Conversión personal
-Vivir unidos en la fe
-Escuchar su llamada para anunciar el Reino de Dios