Noticia

“El arte de la meditación: La aventura del silencio interior”

28 de enero de 2014

Octava sesión de las Conversaciones de San Esteban, con Pablo D´Ors, Escritor y ensayista, el martes 21 de enero.

“El arte de la meditación: La aventura del silenci

El escritor comenzó su intervención con estas palabras: “Vengo a compartir con todos vosotros una pasión, la pasión contemplativa. Creo en el poder del silencio y de la contemplación. La contemplación no sólo es el momento de ‘cargar las pilas para la acción’. La contemplación transforma la realidad mucho más que una acción, la cual puede ser sólo frenesí. Voy a hablar del arte de la meditación, convencido de que no hay una aventura como la entrada en uno mismo, ni hay paisaje exterior que pueda compararse con el propio interior. No entiendo la meditación como reflexión, sino como silencio. Estamos bombardeados continuamente por palabras. Si no creamos silencio esas palabras no nos van a alimentar sino que nos van a aturdir”.

A lo largo de su charla, Pablo fue narrando su inicio, que no fue otro que el de la propia experiencia de una señora que insistentemente le hablaba y hablaba, sin un momento de escucha… “Esta señora soy yo –se dijo–, pues yo me comporto con Dios como ella conmigo. No paro de hablarle a Dios… y no sabemos escuchar a Dios. Desde esta perspectiva nuestra oración, nuestra liturgia es una pura verborrea… Si no somos capaces de oír a Dios no somos capaces de escuchar a los demás. Me había convertido en un burócrata de la acción y no en un hombre de experiencia. Necesitamos estar un rato con Dios, no con las cosas de Dios. Es distinto ser una persona que cumple con actos religiosos que estar a solas con la persona que amas. La meditación no es otra cosa que un aprendizaje de la escucha… Y si no podemos escucharnos a nosotros mismos tampoco podemos escuchar a Dios”.

¿Qué es escuchar?

Es la virtud humana por excelencia. Decía Simone Weil, ‘Amar es estar atento’. Nuestra falta de silencio revela falta de amor. Hay desamor. Igual que la memoria se ejercita, la meditación también se ejercita. Es el aprendizaje para estar atentos, algo esencial para amar.

¿Cómo se medita?

Si cuesta años aprender a tocar el violín, también cuesta años aprender a tocar el alma… Meditar exige tres fases: La fase corporal, la fase mental y la fase espiritual. En primer lugar, lograr que el cuerpo se relaje. La relación se hace recorriendo mentalmente las distintas partes del cuerpo para soltar tensión. La segunda fase es tratar de armonizar la mente con el cuerpo.

El punto por excelencia de la meditación es la respiración. Respirar es lo más básico y por eso lo más esencial. La respiración, inspirar y expirar, es un rito biológico que recoge el rito espiritual por excelencia, el rito de recibir y de dar en armonía. Lo que más hace sufrir a los enfermos es que dependen de los demás. Sólo pueden recibir. Otros, en cambio, no quieren recibir. Sólo quieren dar, ayudar. Sendino decía ‘dejarse ayudar es un nivel superior a ayudar. Hay que dejarse ayudar por Dios’. Respirar es decir a tu espíritu que debe haber una armonía entre dar y recibir”…

A continuación habló del maestro Zen que para meditar te da un koan, un acertijo que no tienes que resolver sino que tienes que disolverte en él… El evangelio está lleno de koans (nosotros diríamos jaculatorias) para dejarnos disolver: “Jesús mío (inspiración), ten misericordia de mí (expiración)”. Decir un koan nos transforma…

El perdón

El conferenciante continúa hablando extensamente de la fase mental y lo hace desde esta perspectiva: “La vida está llena de bofetadas, el mundo es violento y tenemos tres formas de responder: La venganza, devolver la bofetada; la amargura interior, el rencor que suscita la violencia recibida; El perdón, que no es otra cosa que transformar una adversidad en una oportunidad de crecimiento, tener una actitud constructiva…”

Atravesar la sombra

Pablo D´Ors también hablo del pánico y cómo nos afecta y quita la paz. Ante los problemas sentimos pánico…, pero los problemas no se resuelven con pensamiento y acción sino con meditación contemplativa, sabiamente. El cristiano se caracteriza por una manera de afrontar el sufrimiento: no huyendo o resolviéndolo sino atravesándolo: es la Redención, es decir, sufrir con amor. Esto es lo que le permite poder vivir una enfermedad con alegría. Hay gente que vive con problemas muy gordos… Esto es lo que denominamos “atravesar la sombra”.

La sombras no son para huir sino para ser atravesadas. Eso permite descubrir el núcleo de la luz, que es la revelación. Somos hijos de la luz. Esta consiste precisamente en el descubrimiento de la unidad que no puedes entenderla sin la experiencia del otro… Si una mano tiene una herida, la otra acude en su ayuda porque “se sabe perteneciente al mismo cuerpo. No es solidaridad, sino sabiduría. Esta unidad con el otro sólo lo vemos con la experiencia mística...”

Trayectoria del conferenciante

Pablo d´Ors nace en Madrid, en 1963, en el seno de una familia de artistas y se forma en un ambiente cultural alemán. Tras graduarse en Nueva York y estudiar Filosofía y Teología, se doctora en Viena con una tesis titulada Teopoética. Teología de la experiencia literaria.

Actualmente es capellán en un hospital de Madrid. En Sandino se muere, una novela publicada en 2012 nos habla de la experiencia del amor y del dolor, recogiendo el testamento espiritual de una médico que entregó su vida profesional a los más necesitados del Tercer Mundo, Africa Sendino: “Es cierto que el hospital es la casa del dolor, pero no menos cierto es –y esto no pueden verlo quienes solo están de paso– que también es la casa del amor. En un hospital se ve cómo la gente sufre y muere, eso es verdad; pero también se ve –y esto no es menos verdad– hasta qué punto son amados los seres queridos. En el hospital se aprende que allí donde hay dolor hay también, por lo general, mucho amor”.

La trayectoria de D’Ors como novelista comienza en 2000, resultando finalista del premio Herralde e inaugurando su inconfundible estilo, cómico y lírico a un tiempo, espiritual y sensorial. Todas sus obras, emparentadas principalmente con la literatura de Franz Kafka, Hermann Hesse y Milán Kundera, han tenido una excelente acogida por la crítica.

En la actualidad, anima un seminario de entrenamiento espiritual, llamado Buscadores de la Montaña.

 

 Ver vídeo:

Escuchar/descargar audio: