"In soriano" - Pieter van Avont

  • Pieter van Avont E (1600-1652). Oleo sobre lienzo.
  • Hacia la segunda mitad del siglo XVII.
  • Medidas: 214 x 140 m.
  • Firmado y restaurado.
  • Monasterio de Porta Coeli, MM. Dominicas,Valladolid.

 

El pintor pertenece a la Escuela Flamenca de Amberes, nace en 1600 en Malinas. El lienzo entra en el convento después del fallecimiento de Don Rodrigo Calderón, fundador del mismo, en 1621.

Presenta una composición muy distinta de las versiones conocidas de Maino. La escena está amparada por una arquitectura envolvente y el grupo humano que lo com­pone. Carece de la intimidad religiosa, característica de este escena. La centra dentro de un espacio sacro, con paramento arquitectónico de una pilastra y puerta abierta a un claustro conventual, con doble altura. Cubre la mitad del fondo de la tela. La otra mitad, formada por un cortinón rojo que sorpresivamente desciende de lo alto, con fondo dorado y cabezas de angelillos. La perspectiva lineal de un pavimento damero encamina al contemplador a la escena. Cuatro personajes dentro de una composición imaginaria, rodean el lienzo bajado milagrosamente del cielo. Las figuras del tercer plano toman altura sobre la escalinata de la iglesia, que representan a Santa María Magdalena y a la Virgen, quien muestra el retrato, tomado con sus dos manos de los extremos del lienzo. De pie, sobre el pavimento sitúa a Santa Catalina, con una espada en la mano izquierda, una rama verde en la derecha y el símbolo de su martirio a sus pies. En el lado opuesto coloca a fray Lorenzo Grotteria, recibiendo el regalo. Los cuatro personajes rodean la escena con un movimiento circular de cabezas y brazos, en torno a la imagen milagrosa donada por la Virgen. El retrato de Santo Domingo sigue el esquema iconográfico típico de esta representación. Las cuatro figuras tienen tendencia a la estilización, incluido el fraile dominico, a pesar de estar arrodillado. Las tres santas mujeres destacan por la riqueza cromática de sus ropajes, particularmente el manto de Santa Catalina, con su pose gallarda y buena planta. Ninguna de las tres lleva el distintivo de santidad.