Evangelio del día
Trigésima semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Del día 28 de Octubre al 3 de Noviembre de 2012

Maestro, que pueda ver

Introducción a la semana

Sobran motivos a esta semana para acreditar su singularidad y densidad cristianas, en particular en los tres últimos días de la misma. Tres argumentos distintos pero de calado popular y celebrativo. El día de Todos los Santos no es tanto para honrar a los no canonizados, cuanto para agradecer a Dios en Cristo el que nos haga partícipes de su gracia y santidad: ¡sean compasivos, como mi Padre es compasivo¡ En evocación bautismal, sumergidos en la muerte y resurrección del Señor, hacemos presentes a nuestros difuntos, los que siempre llevamos en el corazón, en el día segundo de noviembre. Cerrando semana, el predicador de la caridad, el heraldo de la misericordia, Martín de Porres, quien desde la discreción de una portería conventual dijo maravillas de la bondad de Dios.

En este domingo es inevitable evocar al ciego Bartimeo, quien puede ser el mejor guía para captar el mensaje de la Palabra a proclamar. Porque convocados por nuestro Dios y con el bagaje de la Buena Noticia que salva somos guiados entre consuelos por un camino llano libre de tropiezos, al modo como lo sugiere Jeremías. Antes, la carta a los Hebreos nos ha recordado el peculiar sacerdocio de Jesucristo. Solo Él puede hacer que Bartimeo suelte el manto y se acerque a la fuente de la vida, Cristo el Señor, y con Él, reemprenda el camino de la luz.

En la primera parte de la semana continuamos con la carta a los Efesios que, a buen seguro, pondrá muchos puntos de fuerza para nuestro personal seguimiento de Cristo: vivamos en el amor como Cristo nos amó, vivamos el misterio del amor (y no sólo referido al ámbito de la pareja mujer y hombre). En la parte final de la carta, Pablo exhorta a que la delicadeza interpersonal sea distintivo de la comunidad de Éfeso, buscando la fuerza de la comunidad en el Señor, no en ningún otro argumento. El evangelio desgrana todo lo que resta del capítulo 13 de Lucas, con temática muy variada: una mujer curada en sábado, dos cortas parábolas sobre la aparente insignificancia del Reino (grano de mostaza, levadura); en la tercera etapa del camino a Jerusalén nos recuerda el Señor que debemos caminar para entrar por la puerta estrecha, amén de que deja constancia que no le tenía miedo a Herodes, porque a Jesús sólo le mueve el ser fiel a la volunta de su Padre Dios. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

Fr. Jesús Duque O.P.

Fr. Jesús Duque O.P.
(1947-2019)

Días de la semana