Evangelio del día
Vigésima semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Del día 19 al 25 de Agosto de 2012

Yo soy el pan vivo bajado del cielo.

Introducción a la semana

Buen ramillete de memorias de testigos del Señor nos ofrece esta semana: Bernardo, abad de Claraval, maestro en dulcificar mensajes de salvación; Pío X y su reconocida inclinación a María y a la eucaristía de los niños; la memoria quizá un tanto contradictoria de María Reina, a la que nos empeñamos en ponerle coronas metálicas en detrimento de su verdadera razón de ser reina, el estar al pie de la cruz, el trono de salvación de su Hijo. Además celebramos a la patrona de varios países de América Latina, Rosa de Lima, gracia y donaire del discipulado de Jesús de Nazaret y, por último, al apóstol Bartolomé, de Caná de Galilea.

La oferta que nos hace la liturgia del domingo en la mesa de la Palabra es sugerente y atractiva. Los Proverbios nos hablan de la Sabiduría que prepara un banquete como signo de comunión y mensaje de cercanía de Dios. Pablo, aludiendo a normas concretas de conducta, exhorta a los creyentes a la unidad, al amor, a vivir según el Espíritu. El evangelio, a su vez, continúa con el discurso del pan de vida iniciado domingos atrás, y hoy se centra en el discurso eucarístico, Jesús pan que ha bajado del cielo.

Las primeras lecturas de esta semana siguen siendo de Ezequiel, como en la anterior. Avisa que Jerusalén será asaltada, siendo el mismo profeta signo de este desastre, pues hará duelo por la esposa y la ciudad. Sucede el martes el oráculo contra la ciudad de Tiro advirtiendo su decadencia; el miércoles escucharemos el oráculo contra los pastores de Israel, muy distintos del pastoreo del Señor; el jueves nos deja el impresionante mensaje del corazón nuevo y del corazón de piedra sustituido por uno de carne, sensible a Yahvé; la conocida visión de los huesos a los que Dios da vida la tendremos el viernes para cerrar la semana con la visión de la gloria del Señor.

El evangelio de Mateo nos brinda estos días el episodio del joven rico y la recompensa de los que lo han dejado todo por El y el evangelio; también la provocadora parábola de los trabajadores de la viña donde los últimos primeros y viceversa; el banquete de bodas, el recordatorio del mandamiento más importante y un duro discurso contra el culto y modo de vida farisaico.

Uno solo es nuestro Maestro y todos, por Él, somos hermanos.

Fr. Jesús Duque O.P.

Fr. Jesús Duque O.P.
(1947-2019)

Días de la semana