Ago
Evangelio del día
“ Estad en vela porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor ”
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-13
Hermanos, nos hemos sentido animados por vuestra fe en medio de todos nuestros aprietos y luchas. Ahora sí que vivimos, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor.
¿Cómo podremos dar gracias a Dios por vosotros, por tanta alegría como gozamos delante de Dios por causa vuestra?
Noche y día pedimos insistentemente veros cara a cara y completar lo que falta a vuestra fe.
Que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a vosotros.
En cuanto a vosotros, que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
Salmo de hoy
Salmo 89, 3-4. 12-13. 14 y 17 R/. Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres
Tú reduces al hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R/.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prosperas las obras de nuestras manos. R/.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
¿Quién es el criado fiel y prudente, a quien el señor encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas?
Bienaventurado ese criado, si el señor, al llegar, lo encuentra portándose así. En verdad os digo que le confiará la administración de todos sus bienes.
Pero si dijere aquel mal siervo para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo castigará con rigor y le hará compartir la suerte de los hipócritas.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Evangelio de hoy en vídeo
Reflexión del Evangelio de hoy
“Nos hemos sentido animados por vuestra fe, en medio de todos nuestros aprietos y luchas”
La fe de los otros nos sostiene, nos anima. No vivimos la fe de forma individualista, sino como una experiencia que es personal y por ello comunitaria. Y la comunidad de hermanos, es la que nos confirma en la fe, con su testimonio y su apoyo.
San Pablo, expresa a la comunidad de Tesalónica, en este primer escrito suyo, su alegría y su agradecimiento precisamente por su fe y su fidelidad al Señor, en medio de las dificultades que viven.
La comunidad de Tesalónica nace como fruto de la predicación de Pablo, a raíz de su segundo viaje apostólico. Formada por cristianos de origen griego, se desarrolla en un medio griego, donde existía también un núcleo importante de judíos. Parece que este núcleo va a alentar un clima de hostilidad y persecución hacia la comunidad cristiana, cuya primera consecuencia será la marcha del apóstol de Tesalónica. A pesar de todas las dificultades, la recién creada comunidad se mantiene firme en la fe, lo cual es motivo de gran alegría para Pablo, quien desde la distancia quiere hacerse presente a estos hermanos, por medio de una carta y de su oración.
Como en otros tiempos, agradecemos la existencia de tantas pequeñas comunidades cristiana que están pasando por situaciones difíciles y que a pesar de todo mantienen una fe viva en tantos lugares del mundo. Muchas perseguidas, otras, como la pequeña parroquia cristiana en Gaza, sufriendo las consecuencias del genocidio de toda una población.
Leer este pasaje de San Pablo, contemplando la realidad de estas comunidades tan frágiles, es una llamada a sostenernos unos a otros en la fe, desde la vivencia de una amor real y cercano; es una llamada a hacer nuestra la oración de San Pablo a los Tesalonicenses: “que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”.
Que el Señor realmente nos haga rebosar de este amor a todos, en un mundo donde hay quienes nos quieren vender que no toda vida vale lo mismo.
“Estad en vela porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”
El pasaje del Evangelio de hoy forma parte del capítulo 24 del Evangelio de Mateo, en el que Jesús trata de responder a sus discípulos sobre el cuándo y cómo de su venida definitiva y del fin del mundo. Se trata pues, por parte de Jesús, de un discurso de tipo escatológico y por tanto relacionado con el sentido último de la historia y de la vida que ilumina, precisamente, esta venida del Señor.
En relación al “cuándo”, el pasaje de este día pone el acento en la imprevisibilidad de la venida de Cristo y de la importancia por ello de prepararnos para ella.
El sentido profundo de esta venida, radica en el hecho de que Dios está llegando siempre a nuestras vidas; irrumpe en la cotidianidad de ellas, en medio de los acontecimientos que nos suceden. Su llegada sucede de manera imprevisible, como llega un ladrón.
No sabemos el cuándo, pero sí sabemos que esta llegada de Dios a nuestra vida se convierte para el ser humano en la respuesta a la búsqueda de sentido para la propia historia y para la historia de la humanidad.
Por eso, es tan importante estar vigilantes, cultivar esa actitud de atención que nos permita captar y acoger los signos de la presencia de Dios en medio del mundo, tener la apertura a la novedad de Dios que viene a hacer nuevas todas las cosas, a alumbrar en cada uno de nosotros y nosotras una nueva criatura, si le abrimos la puerta nos dejamos hacer por Él. A esto se refiere el Evangelio cuando nos invita a estar en vela.
Para todos nosotros, inmersos en un mundo en el que nos llegan tantas imágenes e informaciones en apenas segundos, y que no nos da tiempo a elaborar, a digerir, a repensar, es fácil vivir en la dispersión y es un reto permanente cultivar la atención que supone distanciarse de lo múltiple para centrarse en lo esencial, en lo importante.
¿Qué medios me doy yo para practicar la mirada y la escucha atenta en la vida de cada día? ¿En qué medida me siento abriendo mi puerta al Señor?
La segunda parte del Evangelio, completa la primera; porque prepararse, enfocar la mirada en la dirección adecuada, implica también ser como el criado fiel y prudente, encargado de dar a la servidumbre la comida a sus horas. Este criado expresa la actitud adecuada de la persona ante Dios: la de la humilde responsabilidad ante la vida, y de forma especial ante los hermanos: no somos dueños de la vida para hacer no importa qué con ella, sino administradores de un don que Dios nos confía para que lo cuidemos, lo protejamos; y de una manera especial, cuidemos y protejamos la vida de nuestros hermanos y hermanas, muchos de ellos hoy viviendo situaciones muy duras de pobreza, sufrimiento, injusticia.
¿De qué manera ejerzo yo esta responsabilidad de cuidado respecto a los hermanos y hermanas que Dios me ha dado?