Un nuevo prenoviciado en El Olivar acoge a tres jóvenes en la Provincia de Hispania
Jacobo, Alejandro y Vicente inician en Madrid el primer tramo de su camino dominicano, acompañados por la comunidad y por Fr. Javier Garzón
Un curso más, en el Convento Santo Tomás de Aquino – El Olivar de Madrid, un grupo de jóvenes ha iniciado el proceso de formación para llegar a ser dominicos. Los tres, que son de diversas procedencias y de edades similares, comienzan su prenoviciado en la Provincia de Hispania de la Orden de Predicadores. Se unen a otros que, en La Habana y Asunción, han tomado una decisión similar.
El prenoviciado, que suele durar un curso académico, es la primera etapa del itinerario formativo. En ella se combina el discernimiento personal con distintas experiencias (pastorales, intelectuales, comunitarias y de oración, entre otras) que ayudan al prenovicio a conocer la Orden y confirmar si es aquí donde el Señor le llama. En todo el proceso están acompañados por la comunidad y por el responsable del prenoviciado. Dejemos que sean ellos quienes se presenten:

Jacobo García ha vivido en Madrid, aunque es natural de Almagro (Ciudad Real). Tiene 29 años y es profesor de Filosofía. Conoció la Orden a través de un fraile amigo suyo. Lo que más le atrajo fue la figura de santo Domingo: su compasión, su entrega y su libertad. Reconoció en él un modelo auténtico de vida y de seguimiento del Evangelio.

Alejandro Siordia Vázquez, nacido en Ciudad de México, tiene 23 años. Conoció la Orden de Predicadores gracias a un dominico español. Le atrae que la vida dominicana una de manera coherente comunidad, estudio, espiritualidad y compromiso con la predicación, con un carisma orientado a la búsqueda de la verdad. Valora también que la predicación se viva desde la formación intelectual y el discernimiento, y que la fe se exprese en comunidad, donde vida fraterna, oración común y debate intelectual se complementan. Esa combinación de fe, razón y servicio es lo que le hace sentirse identificado con su espiritualidad.

Vicente Ndong Ndong Ayi viene de Machinda (Guinea Ecuatorial) y tiene 22 años. Empezó la carrera de Filosofía en Guinea, que dejó a medias, y también estudió Informática de Gestión. Conoció a los dominicos en Malabo, donde algunos fueron sus profesores, y se acercó más a ellos a través de actividades organizadas en su parroquia. Le impresionó la importancia del estudio como uno de los pilares para llevar adelante la misión de la Orden, que es la predicación. Con el tiempo, y gracias a charlas formativas, fue descubriendo los demás pilares y sintió cada vez con más claridad que este era el modo en que quería servir a Dios: vivirlos para poder predicar y entregarle su vida a Dios.
Aunque la celebración oficial de comienzo del prenoviciado tuvo lugar el 3 de noviembre, aprovechando la fiesta de san Martín de Porres, los tres prenovicios se fueron incorporando a lo largo de septiembre a la comunidad de El Olivar. Será allí donde convivan con los frailes y fortalezcan su compromiso en la búsqueda de Dios y el servicio a los demás.
Acompañados por el responsable de esta etapa, Fr. Javier Garzón, los prenovicios combinan el estudio de Filosofía y alguna materia teológica con la formación que reciben en la comunidad, donde se profundiza en temas humanos, cristianos y dominicanos, así como en la escucha de la Palabra de Dios. Al mismo tiempo, están comprometidos con grupos de catequesis en la parroquia de Atocha y con el acompañamiento a migrantes en el Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine.
