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Hacia una nueva provincia en 2016

13 de septiembre de 2013

En los días 10 al 12 de septiembre, los definidores de las Provincias de Aragón, Bética y España, se han reunido en el convento de Santo Tomás de Ávila durante día y medio para preparar el camino durante estos dos años hasta la creación de una nueva provincia. Los definidores de la Prov. de Portugal y el Vicariato del Rosario se unieron a las conversaciones el último día para programar una colaboración conjunta.

Dominicos España

Durante estos días se programó la senda a recorrer a lo largo de estos dos años y cuatro meses que quedan hasta el 1 de enero de 2016, fecha del nacimiento de la nueva Provincia que recibirá el nombre de Provincia Hispaniae.

Fraternidad, esperanza e ilusión, siempre desde el realismo, es el espíritu que ha reinado en los diálogos estos días. Como bien se dijo al inicio del encuentro, aunque la incorporación a la nueva provincia jurídicamente tendrá lugar en 2016, los frailes de las Provincias que han aprobado la incorporación tienen que empezar a sentirse ya unidos, una “unidad virtual” que adelanta ese futuro común de los dominicos en España.

El trabajo de estos días de encuentro ha dado como fruto un documento que indica los pasos a dar hasta el 2016. El primer capítulo de este documento recoge el fundamento espiritual del proceso de unificación, tomando como referente el número 8 de la Constitución Fundamental de los dominicos que señala cómo el carisma de la Orden está especialmente “diseñado” no simplemente para adaptarse a las situaciones novedosas, en momentos de cambio y evolución, sino que tiene también la capacidad de “reinventarse” a sí mismo en este tipo de situaciones, como ocurre en nuestro presente. Lo que se encuentra detrás del proyecto 2016, en definitiva, es el deseo de seguir siendo “nosotros mismos en la novedad”, en equilibrio entre la tradición y las nuevas exigencias de predicación de la Buena Noticia de Jesucristo en un mundo cambiante y lleno de retos.

En el segundo capítulo del documento se indican las actitudes y cauces a nivel personal, comunitario y provincial imprescindibles para poder culminar con éxito el proyecto 2016. No puede faltar una aceptación e implicación en el proyecto de unificación, una renovación de las actitudes de vida fraterna, una actitud de desprendimiento como el voto de pobreza exige. Acogida, hospitalidad, colaboración, encuentros, generosidad, transparencia… son otros valores que facilitarán el proceso hacia la unificación.

El último capítulo del documento toca los aspectos fundamentales de la vida de los frailes predicadores: el gobierno democrático, la oración, la vida fraterna y común, formación institucional, formación permanente… así como su labor predicadora en España: misión intelectual, Justicia, Paz e Integridad de la creación, misión en parroquias, santuarios, basílicas, liturgia, rosario, colaboración con Familia Dominicana… y una especial atención a la Pastoral Juvenil y Vocacional, así como a la preparación del Jubileo 2016. En cada uno de los ámbitos se señala el trabajo a realizar y las personas que han de coordinar y llevar adelante cada tarea. Una misión no pensada ya de modo fragmentario, sino como proyecto único de los dominicos en España.

Dominicos España y Portugal

En el encuentro tuvieron un protagonismo especial los Vicariatos de las tres Provincias que desarrollan su misión en Rep. Dominicana, Cuba, en la selva amazónica de Perú, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Buenos Aires y Malabo (Guinea Ecuatorial). En total casi un centenar de frailes que, movidos por el espíritu de anunciar la Buena Nueva por todo el mundo, sostienen parroquias, centros de estudio, radios, colegios, santuarios, etc… La nueva provincia tendrá la responsabilidad de seguir sosteniendo y apoyando estos vicariatos por cuanto le proporcionan una proyección misionera, propia de la historia y tradición de cada provincia y dimensión esencial de su identidad dominicana en España.

En la tarde del segundo día de reunión se incorporaron los definidores de las provincias de Portugal y Rosario. Ambas decidieron posponer su incorporación a la nueva provincia a causa de la diferencia lingüística y cultural en el caso de la provincia portuguesa, y por su condición misionera en Oriente en el caso del vicariato del Rosario, aunque se sumaron a muchos de los ámbitos de evangelización antes señalados, sintiéndose parte activa de un mismo proyecto común de misión en España y Portugal.