Puede parecer exagerada la afirmación: “Fuera de contexto, nada es verdad”. Sin embargo, y a pesar de lo que pueda parecer, tiene más de verdad que de falsedad. Fuera de contexto, fuera de un entorno, sin ningún tipo de referencia, conocimiento de las circunstancias, cualquier hecho permite mil interpretaciones distintas y quedarse con la que conviene, con la que interesa, y actuar en consecuencia. Casi con toda seguridad el resultado puede ser dañino. A partir del contexto, teniéndolo en cuenta, la interpretación y la comprensión de los hechos puede ser “más objetiva”.