Ejercicios espirituales online I

Esta propuesta de ejercicios espirituales es una guía para las personas o matrimonios que deseen avanzar en su relación con Dios y mejorar su vida. Se trata de una experiencia de oración flexible que se adapta a nuestra rutina habitual.


Al empezar

  1. Ponerse en Presencia de Dios: está aquí. me ama, me mira
  2. Un Padrenuestro, despacio
  3. En silencio: adorar
  4. Humildad, sentirse dependientes de Dios. Necesitados de todo
  5. Nos acercamos al trono de la misericordia
  6. Dar gracias: Por la vida que tengo. Por el día de hoy…
  7. Pedirle perdón.
  8. Pedir la gracia de vivir este día de Ejercicios Personalizados.


Día 3: Pertenecemos a Dios, nunca estamos solos

Estamos salvados. Pertenecemos a Dios. Nunca estamos solos.

Sentimiento es todo aquello que sentimos: lo que vemos, oímos, hablamos, tocamos. Todo lo que va quedando en nosotros. Luego se reproduce con frecuencia: son los sentimientos: así la antipatía o la simpatía; los sentimientos egoístas o de generosidad; la estima o el rechazo. La compasión.

¿Qué sentimientos negativos tengo en mí?

¿Qué sentimientos positivos tengo?

¿Qué es lo que prevalece?

Después de reflexionar con calma, escribe.

Estamos hechos para gozar:  

¿por qué no gozo? ¿qué me falta?

Piensa en lo que contestarías a estas preguntas. Si una persona te diera  esas contestaciones, tú, ¿qué le dirías? Escribe.

Lee despacio. Repite lo que más te guste, reza con alguno de estos tres salmos:

Nº 8: Bondad de Dios
Nº 104: Gloria de Dios
Nº 139: “Tú me has examinado y me conoces”

Quédate con el versículo que más te guste. Repítelo, saboréalo.

Dios consuela su pueblo

Da gracias por esta hora
Escribe alguna conclusión, lo que sientas ahora.

“Alma de Cristo, santifícame:”

Señor, ayúdame a conectar mis ideales con todos los momentos y circunstancias de mi vida: vivir la grandeza de lo cotidiano, de lo pequeño.

Ayúdame a tener como objetivos de mi vida:

Fidelidad a la oración, aunque no tenga consolación.

Hacer tu voluntad, aunque no sienta estima en los demás

Y a tener una caridad sin fronteras.




Al terminar

  1. Adoras en silencio. El tiempo que creas necesario.
  2. Puedes repetir la palabra o idea que más te haya llamado la atención.
  3. Das las gracias por el rato que has pasado en su presencia.
  4. Rezas despacio un Avemaría a Nuestra Señora.