Caleruega

Situación geográfica

Caleruega se encuentra en la parte meridional de la provincia de Burgos. Es puente de enlace de la ribera del Duero y la serranía, situada a 900 metros sobre el nivel del mar. Su tierra es de labrantío (cereales y viñedo) y pastoreo.

Dista, en kilómetros, 175 de Madrid; 75 de Burgos, por Covarrubias, y 85 por Gumiel de Izán (o Hizán); 116 de Valladolid; 115 de Palencia; 80 de Burgo de Osma; y 24 de Aranda de Duero, nudo de comunicaciones por vía férrea y carreteras.

Y en un radio de 40 kms., conecta con estos privilegiados lugares de la historia y el arte: Clunia, Silos, Covarrubias, Lerma, Gumiel de Izán, Aza, Peñaranda de Duero, Peñafiel...

 

Síntesis histórica

Se ignora cuándo surgió exactamente Caleruega. Podemos datar su fundación histórica entre 912 y 1085. El Torreón, certificado en piedra del nacimiento de Caleruega, la torre parroquial y las murallas hablan de un señorío de la nobleza castellana y de una población ya constituida.

• Además del Torreón, existen documentos antiguos que hablan de Caleruega con motivo de «donaciones»: uno es de 1062 (Cartulario de San Pedro de Arlanza); otro de 1084 (Colección Diplomática de Oña).

• En torno a 1170 nació en Caleruega Santo Domingo de Guzmán y Aza, hijo de Don Félix y Doña Juana. Pasó aquí y en Gumiel de Izán su infancia. Cursó estudios en Palencia; vivió en Osma, y de allí partió a Francia, donde fundó la Orden de Predicadores (1216). A Caleruega volvió en 1218, de visita por España. Murió en Bolonia en 1221.

• A raíz de su canonización (1234), y por iniciativa de su hermano Manés, Caleruega le edificó (1237) una iglesia en el lugar de su nacimiento.

• En 1266, Alfonso X el Sabio, hijo de Fernando III el Santo, (reyes de Castilla) emparentado con Domingo, transformó su Casa Solariega de los Guzmanes en iglesia/monasterio, y llevó al mismo a las monjas de San Esteban de Gormaz (1270).

• A finales del siglo XVI, por iniciativa, proyecto y dotación del Provincial de los dominicos de México, la iglesia del Beato Manés se sustituyó por otra más amplia, en forma de cruz, adosada a la del siglo XIII (de Alfonso X el Sabio), que quedó convertida en Coro de la Comunidad de religiosas.

• Tras siglos de silencio, en el año 1952 se inició una etapa nueva en la dignificación de Caleruega, bajo el patrocinio del Maestro de la Orden, Fray Manuel Suárez, y del impulso del P. Venancio Diego Carro, construyendo el convento de frailes (1957), y erigiendo una Casa de Espiritualidad, que se remodela en 1991 con carácter de:

  • Caleruega, primer lugar dominicano.
  • Caleruega, centro de espiritualidad, convivencia y encuentros.
  • Caleruega, al servicio de la Orden de Predicadores-Familia Dominicana y de la Iglesia en España.

 

Lugares dominicanos

En Caleruega pesa más la historia que el arte, aunque también éste tiene sus exponentes.

Torreón

Es el monumento más antiguo. Forma cadena con la línea de fortalezas que aparecen en el siglo X, a la vista del Duero. La torre maciza de la parroquia y las antiguas murallas formaban con el Torreón la coraza pétrea de Caleruega. Es de forma rectangular, de 14 por 9 metros en su base, con 17 metros de altura y paredes de dos metros de grosor. Tiene cuatro plantas. En la segunda, la más noble, una graciosa ventana amplia, de arco mozárabe, da paso a la luz. Cuatro ventanas de arco de medio punto, ornamentadas con vidrieras que evocan estampas de la vida de Domingo, se abren en la tercera planta.

Iglesia parroquial de San Sebastián

De traza sencilla en su estilo románico, se levantó adosada a la torre maciza, pero con posterioridad a ésta. De su estructura románica primitiva, de principio del siglo XII, sólo quedan la torre, parte del arco de la puerta de entrada y una ventana biforia. Ha sufrido dos restauraciones. En su interior, tres puntos centran la atención: el presbiterio, de forma absidal -totalmente renovado-, con un hermoso Cristo pendiente sobre la mesa de altar románico; el lugar de la primera sepultura de la Beata Juana; y el baptisterio en el que fue bautizado Santo Domingo. La pila bautismal fue trasladada por Alfonso X el Sabio al monasterio de las monjas para su custodia. Allí estuvo hasta 1605. En esa fecha se llevó a Valladolid para bautizar en ella a Felipe IV. Al pasar la Corte a Madrid, se llevaron la pila con el fin de seguir bautizando en ella a la familia real, como se viene haciendo hasta el presente. Se guarda en el Monasterio de las MM. Dominicas de Santo Domingo el Real de Madrid (C/ Claudio Coello, 112).

Bodega de la Beata Juana

Se accede al interior desde el vestíbulo del convento de los frailes. Aquí la madre de Domingo realizó, según la leyenda, la multiplicación de la cuba de vino distribuido a los pobres. Un relieve de alabastro del escultor Andrés M. Abelenda recuerda el hecho. Es un espacio rectangular, bajo bóveda soportada por arcos de cantería, que formaba parte de la bodega de la casa solariega.

Monasterio de las monjas

El Monasterio surge por obra del rey Alfonso X el Sabio. Concede el Señorío de Caleruega a las monjas a fin de que puedan vivir y cumplir su misión de guardianas del lugar del nacimiento de Santo Domingo. Respeta la capilla edificada por el Beato Manés, que perdura hasta que se levanta la iglesia del siglo XVI.

Iglesia del siglo XVI

Los volúmenes exteriores cristalizan en formás cúbicas de piedra sillería. Sobresale el cuerpo cuadrado que cubre la cúpula, y, en torno a aquél, se organizan y parten los cuatro brazos que envuelven los espacios de la capilla mayor, nave y crucero. En la parte norte se encuentra la puerta de acceso con su portada barroca. Para llevar a cabo esta iglesia en época de Felipe II, destruyen la primitiva capilla y la cabecera de la iglesia gótica. Así la del XIII y XVI se empalmarán formando un ángulo muy abierto.

Esta iglesia nueva es de planta crucífera, de una nave. Mide 40 metros de largo por 10 de ancho y 20 en el crucero. Su estructura responde a un programa clásico de monumentos conmemorativos. A base de un sistema de pilastras se apoyan los cuatro arcos de medio punto sobre los cuales se yergue al cúpula, decorada con estucos en formas barrocas.

El retablo mayor centra la atención, en medio de la desnudez del templo, con lienzos Blas de Cervera (1594-1643), especialmente el del bautizo de Santo Domingo. Un calvario en talla de madera corona el retablo. La mesa granítica de altar está colocada bajo la bóveda y coincidiendo con el lugar del nacimiento del Santo. En el brazo derecho del crucero se situa el retablo de la Beata Juana de Aza, obsequio de las Misioneras Dominicas del Rosario. En los muros se contempla un Viacrucis, de autor filipino.

Sacristía y cripta

Frente a la puerta de entrada del templo está la sacristía. En ella existe un Cristo gótico. Igualmente se veneran los restos mortales del Venerable Félix y del Venerable Antonio, padre y hermano mayor de Domingo, en sendas arquetas.

De la sacristía se desciende a la Cripta que corresponde al plano inferior de la iglesia, pero más reducida, donde se encuentra el Pocito de Santo Domingo, que surgió al ir sacando tierra del lugar en el que la tradición y la historia, avaladas por el Beato Manés, aseguran que nació Santo Domingo. En la cabecera de la Cripta, hay mesas de altar de mármol. Sobre cada una de ellas, un pequeño retablo en mosaico, obra del P. Domingo Iturgaiz, O.P., que representa los modos de orar de Santo Domingo, los cinco miembros de la familia del Santo y los tres santos Guzmán-Aza, con los sueños del cachorro y estrella.

Según se entra, a la izquierda, separada por una verja, está una zona sepulcral, en la que se contempla el artístico mausoleo del P. Manuel Suárez, OP. (+1954), realizado en granito y alabastro por R. Lapayese. También se encuentran los sepulcros del P. Alberto Colunga (autor de la Biblia Nacar-Colunga, + 1962) y del P. Venancio Diego Carro (impulsor de la restauración del Convento, +1972).

Iglesia del siglo XIII-coro

Separado por una verja, se encuentra el coro conventual, antigua iglesia de Alfonso X el Sabio, formando un todo con el templo actual. La nave de esta iglesia se mantiene en su estado original, a excepción de las ventanas ojivales. Es de planta rectangular. El piso del coro no corresponde al nivel primitivo de la iglesia, dejando oculto el basamento de las columnas y enterrada parte de la bella portada del templo situada en el muro del norte.

Claustro - Museo

El claustro monacal, aparece restaurado en su originalidad. Se detectan las distintas etapas por las que ha pasado esta obra arquitectónica desde el siglo XIII. Primitivamente sólo contaba con una planta, con arcadas sostenidas por dobles columnitas. Más tarde se hace el sobreclaustro, en ladrillo.

En la reciente restauración se han descubierto detalles de gran interés. Así, en el muro interior del lateral sur, que da a la fachada del convento, han aparecido dos ventanales románicos, con doble arco cada uno. Sin duda, la sala a la que dan luz tuvo que ser una de las piezas nobles de la casa de los Guzmanes o del convento primitivo. En ese mismo muro se han dejado utilizables dos puertas ojivales que sintonizan con las existentes en el llamado «Palacio» de los Guzmanes. Igualmente otra portada gótica finamente ornamentada y amplia, que dice cierto parentesco artístico con la de la iglesia de Alfonso X y con la que se ha encontrado en el muro del sur.

El museo, instalado en una sala gótica, ofrece piezas de alto interés artístico e histórico: tallas en piedra policromada de la Virgen y del Angel de la Anunciación, traídas en 1270 por las monjas en su traslado de San Esteban de Gormaz. Igualmente otras dos esculturas de Santo Domingo. Una, de alabastro, de principios del siglo XV. La otra, muy original en la iconografía dominicana, de madera policromada de principios del XVI, posiblemente de escuela de Siloé.

Archivo

El tesoro histórico está en el archivo monacal, donde se conservan bulas papales, cartas y privilegios de reyes, documentos rodados, las cartas de San Raimundo de Peñafort, etc. El documento más antiguo es del siglo XI. Este lugar, al estar en la clausura de las monjas, no se visita.

Convento de los frailes dominicos

El año 1952 se inician las obras del convento. En 1957 se abría a la primera comunidad de religiosos. El promotor de las edificaciones quiso dar al convento aire de monasterio-castillo, a tono con el Torreón de los Guzmanes que le sirve de centro, adosando siete torretas a los ángulos de los pabellones del edificio. En su interior tiene salones convertidos en Museo Dominicano, con piezas de muy distinto valor, pero relacionadas con la historia de la Orden.

En la capilla conventual de los frailes preside un artístico crucifijo gótico, cuya cruz e imágenes del travesaño son románicas. Enriquecen el lugar sacro una buena talla de la Virgen, del XVI, y otra barroca, policromada, de Santo Domingo. La luz queda matizada por las vidrieras del P. Domingo Iturgaiz, O.P. que representan los nueve modos de orar de Santo Domingo, y una gran vidriera central que representa la historia de la Orden Dominicana.

Casa de espiritualidad

Se realizaron en 1990/91 obras de transformación del convento para casa de Espiritualidad y Encuentros y dispone de amplios espacios y residencia para ejercicios y retiros, reuniones capitulares y asambleas, encuentros y celebraciones... Las comunidades dominicanas de vida contemplativa y de vida activa que allí residen invitan a compartir su oración y actividades y están abiertas a la Familia Dominicana, a instituciones eclesiales y culturales...