Evangelio del día
Segunda Semana de Pascua

Del día 12 al 18 de Abril de 2015

Señor mío y Dios mío

Introducción a la semana

Se cierra la octava pascual y se abre un estimulante camino que lleva consigo el impulso de la nueva vida que nos ha ganado ‘el que vino con agua y con sangre’. Y decir Segundo Domingo de Pascua es hablar de Tomás, el punto de apoyo para sentirnos todos dichosos por creer sin haber visto. Otros nuevos títulos que ha recibido este domingo no lo hacen más grande, porque le sobra luz resucitada y fuerza de comunión como pueblo rescatado, aspectos que resaltan las primera y segunda lecturas.

Los Hechos de los Apóstoles surten de vivencias comunitarias y pascuales en la primera lectura de toda esta semana y durante gran parte de la época pascual. La valentía que infunde el Espíritu hace posible lo imposible: que de un grupo débil, perseguido, martirizado… surja el anuncio de esperanza y salvación para toda la humanidad, sea de la raza y lengua que fuere. Que un puñado de busca-dores de Dios se sientan ‘pueblo’ y ámbito humano donde se articula al modo del Espíritu la familia de los hijos de Dios. Comunión de bienes, vidas complementadas, persecución y, aún así, más con-fianza en un Dios que nos ha dicho quién es en su Hijo muerto y resucitado. Reclamar la condición de testigos de quien, por obedecer a Dios, nos ha devuelto a la vida, y trufar esta reclamación con orgullo y alegría de sabernos capaces del evangelio. El sábado subraya la servicialidad pascual de la comunidad con la elección de los siete varones colaboradores de la predicación.

Los evangelios de esta semana, a su vez, fragmentan el bello y profundo diálogo con Nicodemo. Son palabras que suenan nuevas, radiantes, provocadoras y no dejan indiferente a todo el que busca el rostro de Dios: nacer de nuevo, ver el Reino de Dios, brotar del agua y el Espíritu, caer genufle-xos ante tanto amor demostrado por Dios Padre a este mundo nuestro, estar ciertos de nuestra salva-ción no de nuestra condena, apostar por la luz, enamorarse de la verdad que encarna de manera tan servicial y admirable el Resucitado. Son frutos pascuales, sazón del Espíritu, cosecha que acopia todo el que deja que la Palabra de Jesús vaya por delante de uno mismo. Concluye la semana con un hermoso punto de apoyo para el no menos bello discurso del pan de la vida: la multiplicación de los panes y peces, paradigma de la enormidad de muchos pocos.

Días para salir de la tiniebla de cada uno y entrar en la luz maravillosa de un Dios que nunca nos deja de su cariñosa mano. ¡Estamos en las mejores manos!

 Archivo Evangelio del día

Archivo Evangelio del día

Días de la semana

Dom
12
Abr

II Domingo de Pascua Ciclo B

“Señor mío y Dios mío”
Fr. Manuel Gutiérrez Bandera

Introducción Lecturas Comentario bíblico Pautas para la homilía Infantil

Lun
13
Abr

"Tenéis que nacer de nuevo"
Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Sólo desde un corazón que ha experimentado lo mucho que Jesús le quiere se puede hacer lo de Pedro y Juan y todos los discípulos: dar testimonio de su resurrección ante todo el pueblo, aunque les costase ser encarcelados.

Mar
14
Abr

"Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor"
Fr. Jesús Duque O.P.

No se trata de subrayar solo la utopía que frente al mundo oponía la primera comunidad cristiana, sino de apuntar que, con mucho valor y arrojo, el modo de vida fraterno es la mejor alternativa a un modo de vida mundano.

Jue
16
Abr

"El Padre ama al Hijo"
Hna. Nélida Armas Tejera O.P.

Sáb
18
Abr

"Soy yo, no temáis "
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez