Dom
5
Oct
2014

Homilía XXVII Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2013 - 2014 - (Ciclo A)

Es el Señor quien lo ha hecho

Introducción

Solicitud paciente y amorosa del amo de la viña, rechazo y desprecio de los viñadores, transferencia de responsabilidades a otros labradores. Sobre este trípode se construye la parábola. El evangelista Mateo coloca esta parábola en medio de otras dos: el hijo que dijo sí y no fue a la viña y los convidados a la boda que rechazan la invitación. En las tres se dan actitudes coincidentes:

1) la solicitud del dueño de la viña que envía al hijo, el cuidado de la viña a unos trabajadores, la generosidad del rey que convida a la boda de su hijo;
2) el rechazo de la misión en el hijo que no fue, en los viñadores que maltratan a los enviados, en los convidados a la boda que desprecian la invitación;
3) la transferencia de responsabilidades: al hijo que fue, a otros viñadores, a otros convidados.

Estos protagonistas se oponen al proyecto del amo de la viña. No aceptan sus planes ni su proyecto de vida para todos. Dios es ese amo de la viña la cual podemos identificar con el mundo, la humanidad, la Iglesia, cada hombre concreto. Por todos ellos y para todos ellos se muestra la solicitud amorosa de Dios, en medio de una cultura donde el “mesianismo secularista” acampa por sus fueros. El hijo rechaza el mandato del padre: “ve a mi viña, y no fue”; los viñadores dan la espalda al amo maltratando y matando a los enviados; los convidados no quieren saber nada con la boda preparada. Nuestra cultura actual ha despejado de sus inquietudes y caminos la presencia de Dios. “Dios ha muerto”, abriendo así el camino al desprecio a la dignidad de toda persona.