Dom
14
Jun
2015

Homilía XI Domingo del tiempo ordinario

Año litúrgico 2014 - 2015 - (Ciclo B)

Sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece

Introducción

Reiniciamos hoy los domingos del Tiempo Ordinario. Las tres lecturas se centran en el compromiso de Dios con los hombres. La primera nos recuerda la antigua alianza de Dios con el pueblo de Israel. Ezequiel, en una etapa de desorientación y pesimismo del pueblo elegido, después del cautiverio de Babilonia, anuncia un renacer espectacular con la promesa de la restauración de Jerusalén y del Templo. El Evangelio, se centra en la presentación de Jesús como el Mesías anunciado por los profetas, garantía de una nueva Alianza de Dios con la humanidad. No es casual que Marcos, al principio de su evangelio, anuncie “la buena noticia de Jesús”, el Hijo de Dios, destacando su función mesiánica. Esta es la Novedad de la Alianza, el anuncio del Reino de los Cielos o Reinado de Dios.

En este pasaje evangélico, Jesús resalta la acción de Dios en el mundo comparándola con una semilla que aún siendo algo, insignificante lleva en sí, como un embrión, una potencia misteriosa capaz de trasformar la relación de Dios con el hombre. El interrogante para los que escuchan su Palabra va a ser preguntarse cuál es el papel del hombre, como acoger el mensaje del Reino. Así se inicia en la humanidad un tiempo de gracia a través de la confianza y la fidelidad al mensaje recibido a través de Jesús hecho hombre.