San Juan de Colonia y compañeros mártires

San Juan de Colonia y compañeros mártires

San Juan de Colonia es un testigo de amor, hasta la últimas consecuencias, hasta dar la vida por quien más ama y a quien tenía por modelo: Jesús Crucificado. Su vida sacerdotal y dominicana está alentada por una espiritualidad de amor entrañable a la Madre de Jesús. Vive su sacerdocio con un testimonio victimal, ya que está fortalecido por un amor

Con San Juan Heer la historia ha sido escasa en datos; pero sí sabemos que nació el Colonia a principios del siglo XVI. Ingresa en plena juventud en el Convento de Santa Cruz de su ciudad natal. Ya sacerdote pide ser destinado a Holanda, pues allí los católicos padecen una dura persecución por parte de los Calvinistas.

Allí ejerció su apostolado secretamente hasta que es encarcelado junto a una veintena de religiosos: franciscanos, agustinos y sacerdotes seculares. les fuerzan a renegar de la Sagrada Eucaristía y del Papa de Roma.

Los carceleros les fuerzan a renegar de la Eucaristía y del Papa de Roma. Ante su negativa, son conducidos al suplicio. Allí les desnudan y son colgados durante horas. Más tarde les depositan en el suelo donde les amputan los miembros y les abren el vientre.

Fueron ahorcados y descuartizados en la ciudad de Briel, la noche entre el 8 y 9 de julio de 1572. Fueron sepultados en la ciudad de Gorichen y sus reliquias se veneran desde 1618 en la iglesia franciscana de Bruselas. Fueron beatificados el 24 de noviembre de 1675.

San Juan de Colonia es mártir de la fidelidad al Vicario de Cristo. Fue canonizado por el Papa Pío IX el 29 de junio de 1867. San Juan de Colonia es modelo de ecumenismo.

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Oración colecta
Oh Dios, tú nos das
un admirable ejemplo de fe y fortaleza
en el glorioso martirio
de san Juan y sus compañeros;
concédenos, por su intercesión y a ejemplo suyo
que, mostrándonos fuertes
ante las adversidades del mundo,
perseveremos hasta el fin
en la confesión de la vedadera fe.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Recibe, Padre Santo,
las ofrendas que te presentamos
en la memoria de tus santos mártires,
y da a tus hijos
que merezcamos permanecer firmes
en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la comunión
Oh Dios, que de modo admirable
manifiestas el misterio de la cruz
en la muerte de tus mártires,
concédenos benignamente que,
fortalecidos por este sacrificio,
nos unamos fielmente a Cristo
y actuemos en la Iglesia
buscando el bien de todos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

Liturgia de las Horas. Propio O.P.