Un tesoro escondido

Primera lectura

Lectura del libro del Éxodo 34,29-35:

Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en la mano, no sabía que tenía radiante la piel de la cara, por haber hablado con el Señor. Aarón y todos los hijos de Israel vieron a Moisés con la piel de la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él.

Pero Moisés los llamó, Aarón y los jefes de la comunidad se acercaron a él, y Moisés habló con ellos.

Después se acercaron todos los hijos de Israel, y Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le habla dado en la montaña del Sinaí.

Cuando terminó de hablar con ellos, se cubrió la cara con un velo.

Siempre que Moisés entraba ante el Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Al salir, comunicaba a los hijos de Israel lo que le había mandado. Ellos veían la piel de la cara de Moisés radiante, y Moisés se cubría de nuevo la cara con el velo, hasta que volvía a hablar con Dios.

Salmo de hoy

Salmo 98, 5. 6. 7. 9 R/. Santo es el Señor y nuestro Dios

Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R/.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía. R/.

Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R/.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
¡Santo es el Señor, nuestro Dios! R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 13,44-46

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.

El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».

Evangelio de hoy en vídeo

Reflexión del Evangelio de hoy

"Al salir comunicaba a Israel lo que le había mandado"

Es la misión de todas las criaturas creadas por Dios. Moisés habla cara a cara con Dios, recibe sus mensajes y los transmite al pueblo. Parece evidente que el pueblo no tiene capacidad para hablar directamente con Dios y esa es también nuestra realidad. Solamente en Cristo podremos entrar en comunicación con Dios. Cristo, al hacerse hombre, ha establecido el puente que nos permite hablar familiarmente con el Padre, con el ABBA, que el mismo Jesús nos enseñó.

Dios ha hablado con toda la humanidad siempre. Ha estado a nuestro lado y nos ha dado todo tipo de mensajes que pocas veces hemos comprendido. Dios nos sigue hablando, y seguimos sin entenderlo. Cuando oímos su voz, tal vez espantados, decimos, -nos convencemos- que ha sido un trueno, y dejamos que la Palabra de Dios se pierda en el aire sin obrar en nosotros. Sabemos oírle, pero rara vez le escuchamos.

Ante Moisés, con su rostro radiante que hacía presente a Dios entre los hombres, los hebreos tienen temor y hay que velar su luz porque nos da miedo. ¿Cómo puede ser posible esto?, ¿Tan alejados de Dios estamos que no sepamos distinguir su luz y seguirla?

"Un tesoro escondido"

Son otras imágenes más del Reino de Dios que Jesús nos presenta: un tesoro escondido, una magnífica perla de gran valor.

Me parece raro escuchar a Jesús alabando la conducta del “encontrador” de tesoros. Parece obvio que el tesoro encontrado no le pertenece a él, sino al dueño del terreno, así vuelve a ocultarlo y trata de comprar el campo, y esto es un fraude desde nuestras luces actuales. Pero si atendemos a la intención de Jesús dirigida a la importancia que tiene para cada uno de los seres humanos el encuentro del Reino, podremos dejar de lado esta cuestión y fijarnos en lo importante.

El Reino de Dios no tiene valor monetario, no se puede comprar o vender; solamente se puede ganar o perder. Es la búsqueda lo que Jesús, creo, está anunciando y a lo que nos invita: busquemos a Dios, hagamos posible el descubrir a Dios entre nosotros, hacerlo presente y abierto a la participación de toda la humanidad en Él. Ese, creo, es el mensaje que debemos entender.

No es fácil tampoco entender la actitud del comerciante con perlas. Le vemos vendiendo todo lo que tiene para comprar esa maravillosa perla y me surge una pregunta: ¿para qué? ¿Tal vez para negociar su venta y obtener grandes beneficios, o para disfrutar con su contemplación?

Puede que esto último sea lo que Jesús pretende que entendamos: si hemos descubierto el Reino de Dios, no necesitamos nada más. Si de alguna manera nos hemos integrado en una sociedad perfecta, imagen del Dios que la crea, no necesitaremos nada más. Eso será suficiente para que nuestras vidas tengan sentido.

¿Estaremos en camino, buscando a Dios, tratando de establecer su reino de paz, justicia y, sobre todo, AMOR, entre nosotros? ¡Ojalá lo encontremos y sepamos vivirlo!, ¡Ojalá podamos con el salmista, ensalzar al Señor postrados a sus pies, porque Él es santo! Seamos nosotros el siervo fiel que lo encuentra, lo hace presente y comparte con todos. No nos quedemos como propio lo que a todos pertenece, ¡Esto hay que compartirlo!

D. Félix García Sevillano O.P.

D. Félix García Sevillano O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)

Nací en 1946 y estudié en el Colegio Arzobispal “García Morente” de Madrid. Estuve en el Ejército y tengo estudios en Geografía en Historia y en derecho y psicología. Me he casado y tengo 4 hijos. Entro en relación con la Orden Dominica hacia 1990, colaborando en la creación del albergue para transeúntes y de la Fraternidad Seglar al abrigo del Monasterio de Monjas Contemplativas de Nuestra Señora de Valdeflores, en Viveiro. Colaboro en la edición de la hoja dominical que sale cada semana y apoyo a varios párrocos de la diócesis en charlas, celebraciones y otras actividades.

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