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Beato Gil de Santarem

Beato Gil de Santarem

Siendo profesor de medicina en París, entró en la Orden de Predicadores. Dejó atrás una vida disoluta para llevar una vida ejemplar, dedicándose asiduamente a la predicación. Fue Provincial de la Provincia de España entre 1233 y 1249.

Gil nace en el pueblo de Vaozela, diócesis de Viseo (Portugal) hacia el 1190, siendo su padre el noble Rodrigo Pelagio Valladares. Era ya profesor de medicina en París cuando —según se cree— por una intervención de la Virgen María abandonó su vida disoluta y entró en la Orden de Predicadores hacia el año 1224 junto con el venerable MO fray Humberto de Romans.

Tuvo una gran familiaridad con el beato Jordán de Sajonia siendo ya Maestro de la Orden. De él habla abundantemente fray Gerardo de Frachet en Las Vidas de los frailes (parte IV, c. 3 y 16; parte V, c.3 n. 7).

Vuelto a su patria se dedicó a la predicación con gran asiduidad, llevando una vida ejemplar con lo que atrajo a muchos, especialmente a los más descarriados, al camino de la salvación. Fue prior provincial de la provincia de España dos veces entre los años 1233-1249. Al momento de su muerte pidió ser revestido de cilicio y puesto sobre el pavimento y así dirigió a los frailes palabras de mucho consuelo.

Murió en el convento de Santarem el 14 de mayo día de la Ascensión, del 1265. Sus reliquias se encuentran hoy en San Martino do Porto, cerca de Lisboa, en una casa particular. Su culto muy popular y extendido desde el primer momento fue confirmado por Benedicto XIV el 9 de mayo de 1748.

Oración de laudes:

Oh Dios, te pedimos con insistencia que nos ayudes por tu misericordia y, del mismo modo que con ella llevaste al bienaventurado Gil al camino de una vida santa, así también nos saques a nosotros de la servidumbre de la muerte en el pecado para conducirnos a la libertad y a la vida verdaderas. Por nuestro Señor Jesucristo.

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