León XIV llama a orar y cuidar la fraternidad en lo digital

En la 104ª asamblea de la Unión de Superiores Generales, el Papa subrayó que la tecnología ayuda a la misión, pero no puede sustituir la presencia, el diálogo y la vida fraterna

El pasado 26 de noviembre, el papa León XIV recibió en el Aula del Sínodo a los participantes en la 104ª Asamblea General de la Unión de Superiores Generales (USG), convocada bajo el tema “Fe conectada: vivir la oración en la era digital”.

En su intervención, el Santo Padre propuso tres claves para leer los desafíos actuales de la vida religiosa: la relación con Dios, el encuentro con los hermanos y el discernimiento ante el mundo digital. En esta línea, recordó que la oración es un “espacio relacional” donde el corazón se abre a Dios, recibe su amor y se reaviva la misión.

Al mismo tiempo, advirtió del riesgo de un estilo de vida marcado por el eficientismo, la ansiedad o la presunción de sentirse solo “gestores de muchos servicios”, y presentó el Jubileo como una llamada a volver a lo esencial: dejar que sea Dios quien ilumine y sostenga los procesos personales y comunitarios.

Tres claves del discurso

• Relación con Dios: cuidar una vida de oración que sostenga la esperanza y la misión, sin fugas ni defensas que apaguen la fe.
• Encuentro con los hermanos: fortalecer un “nosotros” capaz de transformar los vínculos en comunión y servicio dentro de la Iglesia.
• Mundo digital: acoger sus oportunidades para la comunión y la evangelización, pero sin reemplazar las relaciones reales por una conexión meramente virtual.

Sobre este tercer punto, León XIV insistió en la responsabilidad de los superiores de custodiar la fraternidad para que los medios técnicos no deterioren la autenticidad de las relaciones. De manera concreta, subrayó que instrumentos de comunión como capítulos, consejos, visitas canónicas y momentos formativos no deberían relegarse explicando la vida religiosa “a distancia”.

Un diálogo abierto: preguntas y respuestas

Tras el discurso, se abrió un espacio de diálogo en el que el papa respondió a diversas preguntas. Entre otras cuestiones, destacó dos aportaciones esenciales de la vida consagrada hoy: testimoniar la presencia de Dios en un mundo secularizado y cuidar las relaciones humanas y la vida comunitaria “en persona”, especialmente en el contexto tecnológico actual.

• Sinodalidad y relación con los obispos: animó a construir formas renovadas de comunión y colaboración, aprendiendo también de experiencias propias de la vida religiosa, como los capítulos.
• Formación: pidió ser serios en el discernimiento vocacional y promover una “formación en la libertad” que ayude a crecer como personas sanas, respetando la conciencia.
• Inteligencia artificial: señaló la necesidad de criterios éticos para que la tecnología sirva a la persona y no al revés, protegiendo la dignidad humana.
• Paz y esperanza: invitó a ser constructores de paz desde la vida cotidiana, y recordó que “la esperanza no es optimismo”, sino que nace de una relación profunda con Jesucristo.
• Diálogo en Oriente Medio: subrayó que el diálogo auténtico comienza en comunidades fraternas, capaces de ofrecer presencia, servicio y respeto a la dignidad de todos.

Al término del encuentro, el presidente de la USG, el padre Arturo Sosa, agradeció el tiempo dedicado por el papa, que se disponía a emprender viaje a Turquía y Líbano. Finalmente, León XIV invitó a rezar juntos y dio su bendición a los superiores y a sus comunidades.