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Concluye el curso de Teología "Fray Luis Urbano" con un enfoque en la presencia de Dios en la poesía contemporánea

19 de mayo de 2023

Con una ponencia a cargo de Fr. Antonio Praena OP

  El 18 de mayo concluyó el curso 2022-23 de la Escuela de Teología Fray Luis Urbano que conjuntamente ofrecen el Real Convento de Predicadores y el Convento San Vicente Ferrer de Valencia y que este año ha tenido como hilo conductor la figura de Jesús en estos tiempos líquidos.

  A lo largo del curso han intervenido en ella D. Domingo Pacheco y los frailes dominicos Vicente Botella, Martín Gelabert, José Rafael Reyes, José Antonio Heredia, Javier Carballo y Antonio Praena.

  El curso concluyó con una ponencia sobre la presencia de Dios en la poesía publicada entre los años 2010 y 2022, a cargo de Antonio Praena.

  Tras recorrer a modo de letanía los diversos temas bajo los que la aparece la imagen del Dios personal del judeocristianismo (Dios de los descartados, Dios en la alteridad, Dios de las cenizas, Dios de la familia, Dios de los gorriones, los lirios y las cosas pequeñas, Dios en los infiernos, Dios por el que nadie se pregunta... etc.), siempre escuchando los versos de diferentes autores, el recorrido nos presentó algunas conclusiones:

  "En los poetas que podemos encontrar la explicitación de la palabra Dios hay una tendencia a la poesía de línea clara. Esa poesía denominada de la "difícil facilidad", en la que el corte figurativo -es decir, una poesía que se entiende, no una poesía hermética, incomprensible- se acerca a un estilo más coloquial en el que predomina una opción por la comunicación con el oyente sobre la indagación personal o la experimentación con el lenguaje.

  Lo más destacable en estos poetas es que el Dios de sus poemas, a veces desde una perspectiva muy crítica, actúa también a modo de forma, es decir: genera un estilo. No son mujeres u hombres de sacristía. Son, sin más, poetas que han escrito hondos poemas donde Dios está presente, poemas que nos asombran, nos hacen pensar o dudar, nos hacen vibrar o, simplemente, merecen ser conocidos por la calidad alcanzada.

  El Dios del que hablan no es metafísico, ni numinoso, ni natural. Lo ven en las pequeñas cosas de una cotidianidad que ellos saben es tanto más extraordinaria cuanto más ordinaria, cercana a las aceras que pisamos. En otras palabras: es una poética de la encarnación, de la intrahistoria, que en muchos de sus versos se acerca a los lugares teológicos de las parábolas evangélicas cuyos protagonistas pueden ser una viuda, un ciego, una oveja perdida, un hijo extraviado, un padre demasiado blando..."