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D. Carlos Osoro: “Tenemos madre, no estamos solos. Y tenemos buena madre”

10 de febrero de 2019

Catequesis mariana del cardenal arzobispo de Madrid en la Basílica de Atocha

  El cardenal arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro impartió una catequesis mariana el pasado viernes 8 de febrero en la Basílica de Atocha. La predicación estuvo centrada en los misterios del rosario.

  Con motivo del 25 aniversario de la dedicación de la catedral de Santa María la Real de la Almudena, el papa Francisco ha concedido un Año Jubilar Mariano a la diócesis, que se prolongará hasta el 15 de junio con el lema Con María, discípulos misioneros de Cristo. Desde noviembre del año pasado Carlos Osoro, imparte una serie de catequesis marianas en cada una de las ocho vicarías territoriales.

  Más de un centenar de personas asistieron el viernes por la tarde a la catequesis del Cardenal en basílica de los dominicos. D. Carlos quiso acercar a los feligreses la figura de Nuestra Madre a través de los misterios dolorosos del Rosario: “De la Virgen los discípulos de Cristo, a quien Él nos entregó como madre, hemos hecho diversas fotografías, como nos pasa en la vida con nuestras madres, que unas veces nos gusta más, nos dice más, por las circunstancias, por el momento en que ella vivía”. Así nos pasa con la Santísima Virgen María, aquí en Atocha hay una fotografía de la Virgen y, es verdad, que a nivel de nuestra Archidiócesis de Madrid tenemos una fotografía que es la de Ntra. Sra. Real de la Almudena, que no invalida las demás fotografías de nuestra madre, pero que nos une a todos los cristianos de la Archidiócesis de Madrid. Se trata de estar un rato con nuestra madre”, hacía así referencia a la imagen de la Almudena que visitó el templo de Atocha.

  En su catequesis, Osoro hizo un recorrido por el acompañamiento de María a Jesús, destacando lo importantes que somos para Nuestra Madre: “Tenemos madre, no estamos solos. Y tenemos buena madre”. “El señor nos regala a su madre para que nos recuerde qué elementos son esenciales en esta fiesta, para convertir el agua, las tinajas… que el contenido sea otro. María nos entrega a Jesús, quiere que llenemos nuestra vida de Dios”.