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Carlos Luna OP: «Es el momento de una nueva Iglesia»

16 de febrero de 2024

El laico dominico dirige uno de los seminarios del Congreso Nacional de Laicos sobre Primer Anuncio

  La Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida organiza el Encuentro de Laicos sobre el Primer anuncio con el lema Pueblo de Dios unido en la Misión. Este evento reunirá a más de 700 personas, del 16 al 18 de febrero, en la Fundación Pablo VI (Madrid), a representantes de las diócesis españolas, de la vida consagrada y de los distintos movimientos y asociaciones de laicos.

  En la jornada del sábado, el laico dominico Carlos Luna dirigirá uno de los talleres: Marketing Religioso y nuevos lenguajes en el Primer Anuncio. Luna es investigador, consultor y divulgador de marketing religioso.

  Este Encuentro forma parte de un proyecto global que ha puesto en marcha esta Comisión para dar continuidad al Congreso de laicos Pueblo de Dios en Salida (febrero 2020) y recoger, a la vez, las aportaciones del proceso sinodal en España.

D. Carlos Luna Calvo OP, impartiendo una conferencia sobre marketing religioso

Entrevistamos a Carlos Luna Calvo a propósito de su participación en el Congreso

¿Por qué un encuentro nacional de laicos sobre el Primer Anuncio? ¿Y por qué ahora?

  El Congreso responde a una de las líneas estratégicas que la Iglesia de España ha tomado como prioritarias y necesarias en su contexto actual. También es uno de los frutos y de las conclusiones que salieron a trabajar después del Congreso Nacional de Laicos que se hizo justo antes del confinamiento. En él, se eligió como línea prioritaria a trabajar la del primer anuncio.

  Estamos en un momento actual de Iglesia en el que hemos dejado la era de la cristiandad para pasar a una sociedad en la que por un lado está la indiferencia ante todo lo trascendente, y por otro, hay una parte de la sociedad que tiene inquietudes, más de lo que nos imaginamos.

  Nos toca vivir una Iglesia que tiene que salir, que tiene que volver a evangelizar y que tiene que volver a cumplir el mandato que Jesús nos hizo, de ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura.

¿El Congreso puede hacer que cambie la realidad eclesial?

  Lo que puede hacer es renovar las energías, capacitar a estas personas que han sido elegidas, que son representantes de distintas diócesis, movimientos…

  El Congreso de hace unos años se hizo muchísimo más abierto, fueron más de 2000 personas, pero ahora lo que se ha optado es por invitar a 3 o 4 representantes de cada realidad de la Iglesia, para que esas personas sean las que vayan trasladando esta actitud y este nuevo mensaje a cada uno de sus ámbitos locales de Iglesia.

  Entonces, ¿puede generar un cambio eclesial? Desde luego, va a sumar, y luego, sobre todo, también va de nuevo a renovar esa energía, ese entusiasmo, ese sentirse comunidad que en aquel Congreso se vivió.

  Creo que nuestra misión como laicos ahora, en la Iglesia que nos toca vivir, es sembrar cambio, ayudar a que la Iglesia de nuevo salga hacia afuera, a que retome su vocación bautismal de predicadores, de evangelizadores.

carlos luna reinspriraCarlos Luna en el congreso de marketing religioso ReInspira

¿Es el momento de los laicos en la Iglesia?

  No solo de los laicos, es el momento de una nueva Iglesia, de una nueva comunidad eclesial que se transforma, que empieza a vivir la fe, no como una fe de autoconsumo que me da sentido a mi vida, sino que empieza a responder como un auténtico discípulo, que escucha al Maestro y que hace las cosas por amor. Yo creo que es el verdadero salto que estamos llamados a hacer todos: sacerdotes, consagrados, laicos, monjas, hermanas.

¿Qué tiene que ver el marketing con el Evangelio o el Primer Anuncio?

  El marketing religioso es una disciplina que está al servicio de la evangelización. No sirve para vender nada, no sirve para llenar nuestras iglesias, no parte de una motivación de conseguir más cuota de mercado, eso es malentender esta disciplina.

  El marketing religioso lo que nos aporta es una metodología de trabajo que nos permite diseñar estrategias, caminos para relacionarnos mejor en el barrio, en el distrito, en el arciprestazgo, donde tengamos influencia como parroquia o como comunidad.

  Nos permite fijar una estrategia de relación, pero con gente que no quiere asistir a la parroquia, con gente que a priori rechaza el mensaje religioso o la marca Iglesia católica.

  La principal novedad, y de lo que hablaré en mi seminario en el Congreso, es de eso, definir qué es marketing religioso y vencer prejuicios respecto a esta disciplina, que todavía los hay, aunque cada vez menos, y segundo, cómo ponerlo en práctica en nuestras parroquias, para que podamos diseñar nuevos contenidos o productos que nos permitan relacionarnos con los ateos, los alejados de la iglesia, de la fe o los que una vez estuvieron y se fueron. Cómo diseñar nuevos itinerarios, procesos, pasos para que ellos vayan acercándose hacia la fe; cómo diseñar nuevos lugares donde aparecer, más allá de nuestras parroquias o colegios católicos, y cómo diseñar nuevas formas de comunicarlo.

¿Qué puede aportar la Orden de Predicadores a ese Primer Anuncio?

  La verdad es que echo de menos más presencia de la Orden en estos ámbitos en los que se trata la evangelización, el primer anuncio, precisamente porque es nuestro carisma, la predicación. Y en un momento histórico en la Iglesia de España como en el que nos encontramos.

  Creo en que el mensaje del Papa, la invitación a esa Iglesia en salida es para todos y mucho más para una Orden en la que la itinerancia forma parte de su ADN. El estar saliendo y moviéndonos de un lado para otro con tal de buscar esa verdad y de buscar esas nuevas formas de hablar de Dios, debería ser nuestro día a día, y sin embargo estamos más preocupados por alimentarnos, realimentarnos y retroalimentarnos. Quizás con la ilusión de que es algo bueno o con el miedo de no perderlo.

  Como dice el Papa: «prefiero una Iglesia herida y manchada por salir afuera que una Iglesia impoluta con libros y libros de perfectas tradiciones, más o menos perfectas, pero que no se está implicando con lo que les toca vivir, con la sociedad que les toca vivir». Es mejor morir evangelizando que morir de no hacerlo.